Libertad espiritual en el Penal Nº 6 de Paraná
Recientemente, el Grupo de Evangelización Carcelaria realizó una visita a las internas del Penal Nº6 de la ciudad de Paraná, Entre Ríos.
En la oportunidad, los miembros del Grupo compartieron una merienda con unas 15 internas y se les hizo entrega del libro Nada Que Perder, del obispo Edir Macedo.
Además, se realizó una oración para entregar el evento y pedir dirección a Dios. Luego se les compartió una palabra de aliento y vida para todas las internas que estuvieron presentes. A continuación se realizó la oración de liberación y por las familias de cada una de ellas. Finalmente, se les hizo entrega de la biografía del obispo Macedo, que contiene un mensaje de fe y esperanza para los que se encuentran atravesando momentos difíciles.
Al finalizar la reunión, todas compartieron la merienda juntas y fueron bendecidas en esa tarde.
Internacional:
Datos recolectados recientemente por Itamaraty señalan que existen 3.078 brasileños detenidos en el exterior por acusaciones diversas, que varían según cada país y continente.
En África, por ejemplo, los brasileños acusados están en proceso de juicio por narcotráfico y corrupción de menores.
En ese mismo continente, se hace un trabajo de evangelización de la Iglesia Universal con las personas encarceladas, así como sucede también en Brasil. Sin embargo, quien piensa que el apoyo se da solo a los detenidos brasileños se engaña, pues todos son beneficiados por las acciones sociales y espirituales promovidas por los voluntarios que se dedican al prójimo sin hacer distinción.
Recientemente, el grupo de apoyo a los presos, de la Iglesia Universal de Johannesburgo, junto con el sistema de Servicios Penitenciarios local, realizó la segunda exposición anual sobre sus trabajos por los detenidos de Sudáfrica y de sus familiares, en el Cenáculo Principal de Espíritu Santo.
Durante el evento, además de la exposición de material distribuido dentro de las unidades penitenciarias por parte del grupo, el director de Asistencia Espiritual del Departamento de Servicios Penitenciarios, el reverendo Hennir Humano, habló sobre la importancia del voluntario que presta este tipo de apoyo. “Nuestro papel es ayudar a los infractores a mirar dentro de sí mismos, descubrir su propio valor y cambiar de comportamiento. Queremos también que ellos restauren la relación con sus familias, víctimas y su comunidad, reconciliándose y reinsertándose en la sociedad.”
Por semana, aproximadamente 2,3 mil presos reciben la visita de voluntarios de la Iglesia Universal, que hace años trabaja en la resocialización de los infractores que se encuentran en 19 unidades penitenciarias de toda Sudáfrica, incentivándolos a acercarse a quienes han perjudicado y a pedirles perdón por los crímenes cometidos.
Los consejos se extienden también a las mujeres que cumplen su condena. Ellas cuentan con lecturas específicas, por ejemplo, el libro “La mujer V”, de Cristiane Cardoso, que presenta un lenguaje dirigido al público femenino. Esposas de pastores también aclaran dudas a través de cartas de las presas de todo el país. Según el pastor Wessel Sibeko, coordinador del trabajo de evangelización carcelaria, son entre 600 a 700 cartas escritas por mes, que requieren mucha dedicación de las voluntarias.
“Es importante predicar el Evangelio en las prisiones y dar esperanza a los que enfrentan años detrás de las rejas., enseñarles sobre Dios. Nosotros les enseñamos, cuando los visitamos, que no oramos para que salgan de la cárcel, sino para que tengan un encuentro con Dios, que cambiará sus vidas. Nosotros también los incentivamos a usar la fe y a pedirle al Señor Jesús que los ayude a salir de la situación en que se encuentran. Muchos deciden bautizarse y dejan la vida equivocada”, explicó el pastor Wessel.
Los familiares de los presos también son recordados por el “Prision Ministery”. Miembros, obreros y pastores preparados realizan reuniones regulares para aconsejar a las familias, preparándolos para recibir a los familiares cuando salgan de prisión.
“La Iglesia Universal cree que todos merecen una segunda oportunidad. Ahí entra nuestro trabajo para ayudar a los criminales a cambiar de vida y también ofrecer apoyo a la familia de cada uno”, finalizó el pastor.
Una vida transformada en la prisión
Uno de los frutos de esa dedicación al prójimo en Sudáfrica es el cambio de vida de Sabelo Tshabalala. Él cuenta que, en 1996, fue condenado a 21 años de prisión por robo de vehículos.
Mientras estuve preso, conocí el trabajo del grupo de la Iglesia Universal. De ese momento en adelante, Sabelo decidió dejar definitivamente el pasado atrás y seguir rumbo a una nueva vida con el Señor Jesús. “Incluso habiéndose entregado a Dios, seguí preso, pero hice una promesa, que si Dios me sacaba de allá, nunca más sería el mismo, sino que iba a vivir una vida fiel a Él”, cuenta.
Tres años después de su conversión, la condena de Sabelo se redujo y fue libre. Era hora de cumplir su promesa. “Yo salí de prisión, fui a la iglesia y nunca más miré atrás, a mi vida equivocada.”
Al salir, el expresidiario solo quería recomenzar lejos de la criminalidad. Mientras tanto, lo que está escrito en Efesios 3:20 se cumplió en su vida y lo sorprendió: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros…”
“Yo conseguí un trabajo y conocí a mi esposa, Theresa. Dios me bendijo tanto que compré la casa de mis sueños, tengo autos, éxito financiero y profesional. Puedo decir que vi el poder de Dios en mi vida”, finaliza.
El Grupo de Evangelización Carcelaria quiere aprovechar este espacio para agradecer la colaboración de las autoridades de los diferentes servicios penitenciarios, que hacen posible la realización de este trabajo, al igual que a los miembros de la Iglesia Universal del Reino de Dios, por su colaboración.