Muchos escuchan hablar sobre los dos tipos de fe, pero pocos saben diferenciarlas. El obispo Edir Macedo, en el mensaje trasmitido el pasado 18 de junio, a través de IURD TV y por la emisora radial Red Aleluya, aclaró el tema.
“Nosotros hemos enseñado dos tipos de fe: la fe natural y la fe sobrenatural. Entonces, hemos visto que la fe natural es inherente a todo ser humano. Independientemente de que la persona crea o no en Dios, tiene fe natural y pone en práctica esa fe natural. La fe natural está relacionada a los cinco sentidos que dominan nuestra vida y, con seguridad, esos cincos sentidos están envolviendo el ambiente en el que vivimos, que es el ambiente físico. La fe natural se limita a esos cincos sentidos.
La fe sobrenatural no tiene nada que ver con las cosas materiales. Esa fe es un poder, es una seguridad, es una convicción. La fe sobrenatural es un don de Dios, pero no todos tienen la fe sobrenatural”, dijo el obispo.
¿Pero qué hace la fe sobrenatural?
“La fe sobrenatural no presta atención a lo que los ojos ven, a lo que los oídos oyen. La fe sobrenatural es ilimitada, por el poder de Dios. No hay límites para quien vive por la fe sobrenatural (lea Hebreos 10:38).”
¿Y qué tipo de fe es esa?
“¿Cómo podemos traducir, en términos prácticos, la fe sobrenatural? Cuando Abraham fue llamado por Dios, obedeció. Entonces, la fe sobrenatural hace que la persona obedezca, independientemente de su vista, de sus oídos, de su tacto, de sus sentidos.
Abraham no sabía hacia dónde iba, pero obedeció. Esa obediencia, ese tipo de fe es la que hace transformar, cambiar la vida de las personas. La fe sobrenatural no es una esperanza, la fe sobrenatural es una certeza absoluta. Y esa certeza absoluta hace que la persona obedezca”, afirmó.
Y añadió:
“La fe natural depende de los cincos sentidos, pero la fe sobrenatural no depende de nada. O la persona cree o la persona no cree. Quien cree, obedece. La persona cree por la fe que Dios le concedió. La fe sobrenatural es un don de Dios, es una dádiva que no todos tienen.”
El ciego de nacimiento
“El ciego simplemente obedeció. En aquel momento recibió el don de la fe sobrenatural. Jesús mandó al ciego al estanque de Siloé, ya que él mismo tenía que despertar su fe.
A veces, la persona tiene una fe sobrenatural, cree en Dios, cree en sus promesas, pero necesita despertar esa creencia, necesita despertar ese poder que hay dentro de sí. Quien cree no pregunta, quien cree no se queda indagando, no se queda con dudas, quien cree hace, toma una actitud porque cree de acuerdo con Dios.
Abraham obedeció y salió sin destino seguro. A partir del momento en que salió con todo lo que tenía, Dios le dio la dirección. La fe sobrenatural no tiene es ver para creer, tiene que creer para ver. Y cuando se cree, es de forma práctica, con obediencia.
Eso es creencia, es decir, la fe sobrenatural no tiene sentimiento, la fe sobrenatural no tiene nada que ver con el mundo físico, con los cincos sentidos, con la esperanza. La fe sobrenatural tiene que ver con una revelación, la persona tiene convicción, tiene certeza, entonces obedece y listo”, finalizó el obispo.