Mañana de martes. El día está lluvioso. El frío sutilmente penetra en el cuerpo ya cansado de tantos infortunios de la vida. Al caminar por las calles sin rumbo, Luis decide agarrar el viejo auricular que no se desconecta más del celular, que ya es un poco antiguo. Como en un impulso, los dedos ya callosos golpean con fuerza las teclas del teléfono y, sin querer, oye la siguiente frase: “Usted necesita acercarse al altar, estar en el altar, porque es en el altar donde su vida es bendecida.” La voz que pronuncia tales palabras le llama la atención, y entonces decide oír lo que Dios tiene para decirle.
“En estos últimos tiempos hemos hablado del altar. Muchas personas no tienen idea del poder y de la autoridad del altar. El Señor Jesús dijo que el altar es el que santifica a la ofrenda, este representa a Dios, y la ofrenda representa al ofrendante. Entonces, cuando los dos se juntan, existe un milagro, y la manifestación del poder de Dios.
Usted necesita acercarse al altar, porque es en el altar donde su vida es bendecida, y una vez que es bendecida, usted tiene su vida transformada. Por eso la campaña del Vado de Jaboc, es para que las personas se acerquen con sus vidas al altar y allí encuentren la bendición.
Pero, ¿cómo tener tantas personas en el altar, si la iglesia es tan grande?
No me refiero al altar físico, sino a que cuando la persona trae su ofrenda, es su vida la que está en el altar, y esa vida es lo que marca la diferencia. Dios bendice, santifica y consagra la ofrenda que representa a su ofrendante. Por eso Dios instituyó la ofrenda y también el altar.
No hay ofrenda sin altar, como no hay altar sin ofrenda, uno depende del otro, pues el altar representa a Dios y la ofrenda representa al ofrendante. Usted necesita acercarse al altar, porque es en el altar donde su vida es bendecida”, dice el obispo Edir Macedo en el mensaje transmitido por la IURD TV y que Luis oye por Red Aleluya en la radio.
Y usted, ¿también quiere acercarse al altar?