La vida de Graciela Gallo era un verdadero infierno, no tenía sentido. “Servía a los espíritus pensando que harían mis sueños realidad.” Pero sucedió todo lo contrario. Tenía vicios y era muy nerviosa. Se involucró con un hombre casado, cortó con él, sin embargo durante 10 años tuvo perturbaciones sexuales con los espíritus. Intentaba ser feliz, sin embargo su pareja la indujo a abortar. Aún así construyó su familia pero su hogar estaba vacío y triste, no soportaba estar sola. Además no lograba dormir por la noche, se estaba volviendo loca, tenía quistes en los ovarios y solo quería morir.
Cuando pensaba que estaba todo perdido, llegó a la Universal e hizo la cadena por su liberación, no fue sencillo, tuvo que perseverar hasta que fue libre de todos los espíritus que la perturbaban, de la tristeza y la angustia. Usando su fe perseveraba en las cadenas, pues tenía un sueño y sabía que con Dios pordría hacerlo realidad. Con el tiempo Jesús pasó a ser todo para ella, le dió sentido a su vida e hizo ese sueño realidad. En la iglesia aprendió a usar su fe, al tiempo conoció a quien sería el amor de su vida. Se concieron y decidieron unirse para formar una familia. Las conquistas se dieron no solo en lo sentimental y espiritual, sino que tienen su casa propia, su vida económica cambió por completo. Ellos tienen paz y amor en todo, disfrutan esta nueva via, porque ahora son felices por completo gracias a Dios.
“Hoy soy una nueva persona con una vida reconstruida”
A los 14 años luego de sufrir un abuso, Patricia Lezcano comenzó a involucrarse con hombres y vicios, su novio la golpeba y esto le generó un fuerte deseo de venganza. En el secundario comenzó a tener malas compañias, dependía de las drogas y el alcohol. Era un juguete sexual, vivía de eso.
“La secundaria fue una etapa trágica para mí, llegaba borracha a la escuela, empecé a delinquir sustrajendo motos y bicicletas para salir”, cuenta.
Empezó a ir a brujos y curanderos, el deseo de venganza contra los hombres crecía y se contagió HIV para contagiar a más hombres. Intentó suicidarse, tomaba pastillas para dormir y se encerraba en la oscuridad. Fue tratada por un psiquiatra con pastillas muy fuertes.
Cuando iba a hacer una locura con un arma, corrió a los brazos de su mamá quién la llevó a la Universal donde recibió contención y orientaciones de parte de los pastores y obreros. No fue fácil, al principio no creía, cada vez que tenía dudas o una crisis, nadie la obligaba a nada, su familia y las obreras la contenían, su mamá durante dos años pidió que ella cambiara y la apoyaba siempre. Hasta que ella decidió usar su fe, aferrarse a Jesús y en ese proceso de liberación que duró varios meses, el deseo de cambiar que tenía la llevó a dejar las amistades que la perjudicaban, hasta a su novio. Perseveró en las cadenas, logró dejar las drogas y el alcohol, y vencer ese tormento espiritual.
Al llegar a la iglesia vió la oportunidad de una nueva vida, puso toda la fuerza de su parte y logró el cambio de vida que necesitaba.
Quiebre todo tipo de brujería que allá hecho o sido víctima. Busque ayuda en Dios y la fuerza necesaria para luchar y vencer todo mal. Participe de la Reunión de Liberación este viernes a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 hs. en la Universal ubicada en Av. Corrientes 4070 Almagro. O busque una iglesia más cerca de su casa, haciendo clic aquí.