Respuesta
Para muchos es cumplir con el deber de su religión, para otros la lectura es como una guía para la vida.
Voy a ser muy sincera, siempre fui a la iglesia, todos los días; y a la noche, en mi habitación, meditaba con atención, disposición y principalmente con temor. En ese momento, se me iba el cansancio y me alegraba al leer la Biblia.
Es interesante que cuando leemos la Biblia con temor, teniendo la precaución de atender a la voz de Dios y de descubrir lo que debemos ser, suceden maravillas dentro de nosotros. Pero eso no pasa porque sí, tenemos que permanecer en esta palabra, pues de nada vale toda esa euforia (fe emotiva). La fe racional, inteligente, hace que tengamos temor, y guardemos las palabras contenidas allí. Nos hace razonar sobre nuestra propia vida, acciones e intenciones.
“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15
(*) Respuesta extraída del blog Viviane Freitas.
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