Obesidad, adicción o dependencia a una determinada sustancia. Siente dolores en el cuerpo, tiene malestar, pero no busca a un médico. O es orientado por un médico sobre qué debe hacer, pero no quiere seguir la orientación (sin motivo aparente), y su salud empeora. Tiene anorexia o bulimia. Tiene pereza excesiva, fatiga, duerme demasiado o tiene insomnio. No logra concentrarse por mucho tiempo.
Y muchos otros problemas pueden ser agregados a esta lista. Tener uno o más de estos problemas y no querer hacer lo que sea necesario para vencerlos indica un problema espiritual.
Es imposible que una persona que esté bien de espíritu se sienta satisfecha o pasiva frente a la destrucción de su propio cuerpo. Lo normal y natural es la persona querer luchar por su bienestar y el de las personas que ama.
Por lo tanto, muchos problemas físicos no son vencidos porque la raíz del problema es espiritual. Mate la raíz, y el resto del árbol se secará.
Vea un testimonio más de otra persona que cortó el mal por la raíz:
Con el fin de sanar el cuerpo de la enfermedad que actúa por medio de un espíritu maligno, los días y viernes en la Universal se realizan reuniones a las 8, 10, 12, 16 y principalmente a las 20 hs para que sea libre de todos los males.
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