Recientemente, la Universal, realizó una marcha en favor de la mantención de la paz en Mozambique.
El país está en medio a una crisis política entre el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) – partido que está en el poder – y la Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO) – partido de oposición y el segundo más grande del país.
La tensión instalada por toda la nación ha sido la causa de constantes amenazas del retorno a una guerra civil.
Frente a eso, obispos, pastores, obreros, jóvenes y miembros de la Universal unieron sus fuerzas a los representantes de los principales partidos políticos de Mozambique para decir “no a la guerra, si a la mantención de la paz, al fortalecimiento de la unidad nacional y a la consolidación de la democracia en Mozambique”.
Más de 5 mil personas partieron desde la sede principal – situada sobre la Avenida 24 de julio -, y recorrieron las principales avenidas de Maputo hasta la Plaza de la Paz, donde la gobernadora de la ciudad y los representantes de los partidos políticos soltaron palomas blancas, simbolizando la paz.
Luego, comenzó la lectura de mensajes del llamado a la paz.
En el discurso, la gobernadora de Maputo reiteró que la paz debe ser incentivada y preservada, no con palabras, sino con acciones concretas.
“Porque la guerra retrocede los resultados hasta ahora alcanzados en la implementación de nuestra democracia; inhibe la participación de los ciudadanos en los procesos democráticos; fragiliza nuestra economía; retrae las inversiones extranjeras; impide el derecho a la libre circulación de las personas y bienes; corrompe el tejido social a través de la propagación del luto y el dolor, entre otros males”, explicó la gobernadora.
José Guerra, presidente de la Universal en Mozambique, afirmó que la paz debe caminar en los corazones y en las mentes, porque es un bien supremo que se coloca por encima de cualquier interés individual o colectivo. “Debemos superar nuestras diferencias dialogando, porque la alternativa al diálogo es el propio diálogo, y la alternativa a la paz lo es la propia paz”, dijo.
Para el obispo Augusto Dias, responsable del trabajo de evangelización del país, la marcha tiene el objetivo de llamar la atención de Dios y de los hombres que está involucrados en el proceso de las negociaciones, para que efectivamente se efectúe la mantención de la paz en Mozambique.
“Es el grito del pueblo, de las viudas, las que perdieron a sus esposos, durante la guerra. Es el grito de los huérfanos que ya perdieron a sus padres, y los políticos necesitan escuchar eso”, enfatizó el obispo.
(*) Colaboró: Crescêncio Júnior