La antigua ciudad-estado griega, Salamina, está ubicada en la costa este de Chipre, en la desembocadura del río Pedieo. Fue la primera parada del apóstol Pablo en su primer viaje misionero.
Salamina fue la ciudad más importante de la isla en los tiempos bíblicos; estratégica para las embarcaciones que viajaban entre Oriente Medio y Europa – principalmente en el área del Mar Egeo.
Durante el Imperio Romano, Salamina fue la mayor ciudad chipriota, superando en tamaño y población inclusive a Pafos, su capital administrativa. La misma ocupaba la franja costera de cerca de 2 kilómetros y avanzaba 1 kilómetro tierra adentro.
Pablo y Bernabé
Las Escrituras atestiguan que Pablo y Bernabé comenzaron su jornada de misioneros por la ciudad.
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.
Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante.” Hechos 13:2-5
Además de estar en Hechos de los Apóstoles, los registros del historiador Flávio Josefo indican que la población judía de Salamina era muy grande. Después de la amplia prédica por la ciudad, los misioneros continuaron a pie por Chipre, hasta la capital.
La presencia de Barnabé no era una simple coincidencia. Él pertenecía a aquellas tierras, lo cual sería de una gran utilidad para Pablo:
“Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre…” Hechos 4:36
Historia
Salamina fue fundada alrededor del año 1100 antes de Cristo (a.C.) por los habitantes de otra ciudad de Chipre, Enkomi, en la edad de Bronce Final.
Después de la Revolución Judía (entre los años 66 y 70), la población judía de Salamina creció considerablemente. En el año 115, los judíos locales se revelaron nuevamente contra los romanos. Dos años después sufrieron severas represalias por parte de las tropas del general Trajano y fueron expulsados de la isla – además, 250 mil chipriotas de origen griego fueron asesinados.
A principios del siglo 4, la ciudad fue destruida por intensos terremotos, siendo, más tarde reconstruida y rebautizada como Constanza, en honor a su reedificador, el emperador Constancio II – quien también liberó a los ciudadanos de los impuestos durante un período.
Con el tiempo, se clausuró la zona del puerto, lo que llevó a la ciudad a un nuevo declive. Después de las invasiones árabes del siglo 7, la ciudad fue abandonada definitivamente. Sus habitantes se mudaron a Arsíone, actual Famagusta (autoproclamada República Turca del Norte de Chipre) a 6 kilómetros de distancia. Hoy, las ruinas de Salamina, abiertas para el turismo, muestran la historia de la ciudad y sus antiguos señoríos.
Vale destacar que existe otra Salamina, una isla en Grecia, cercana a Atenas, sin ninguna relación con la ciudad de Chipre, citada en la Biblia.
[related-content]