Basta mirar el rostro de la gente en la calle para darse cuenta que muchos viven cargados de problemas, con mucho dolor en el corazón, tristes, afligidas y con cada vez menos esperanzas de encontrar una salida para sus problemas.
Con las fuerzas que les quedan, luchan como un pez contra la corriente y algunos terminan bajando los brazos, dejándose llevar hacia una vida de sufrimiento y conformismo. Usted debe saber que no es eso lo que Dios quiere para usted. Él desea que su vida sea abundante y esté llena de felicidad. Para eso, debe liberarse de las fuerzas del mal que trabajan para esclavizarlo.
Acompañe el testimonio de Rosa:
Participe este viernes a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 de una reunión de liberación espiritual en la Universal de Av. Corrientes 4070, Almagro.
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