Durante la reunión realizada recientemente en Pompano Beach, Florida (Estados Unidos), el obispo Edir Macedo destacó a todos los presentes, y también a los que lo veían por TV Universal, el riesgo que corren las personas que están en las iglesias cristianas, al no haber recibido el Espíritu Santo.
“Hay quien está en la iglesia e incluso es fiel, pero aun se encuentra perdido, porque está viviendo basado en los milagros que sucedieron en su vida. Una cosa son nuestras necesidades suplidas, otra cosa, completamente diferente, es la Salvación del alma. Lamentablemente, muchas personas fueron curadas, bendecidas económicamente, liberadas de los vicios, pero no tienen el Espíritu de Dios, por lo tanto, no son de Dios”, explicó. (Lea sobre eso en Romanos 8.8)
Para que el mensaje fuera claro, el obispo citó el pasaje de Lucas 15:8-9, que dice:
“¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.”
Esa luz que destaca el versículo bíblico es la misma que está siendo encendida por la Universal durante el “Ayuno de Daniel”, con el objetivo de llevar hacia la Salvación a los que están dentro de la Iglesia, pero que aun están lejos de Dios. “Estamos llevando a las personas a barrer de sus vidas toda la suciedad, porque en esta campaña, los interesados en recibir el Espíritu Dios van a quedarse 21 días sin involucrarse con información secular. Serán días en los que se sumergirán en los pensamientos de Dios y serán encontrados por Él, como sucedió con la dracma perdida.”
Otra reflexión que hizo el obispo fue el hecho de que muchos se sienten bien solo dentro del templo, pero cuando salen, los problemas vuelven a atormentarlos, algo que no sucede con quien tiene en su interior la presencia del Altísimo. “Si usted tuviera al Espíritu Santo habitando en su ser, adonde fuera, tendría paz: en la calle, en la iglesia, en su casa, no importa. El hecho es que usted solo resolverá su vida cuando tenga el Espíritu Santo”, concluyó, invitando a los que estaban sedientos de la Plenitud de Dios a buscar esa dádiva con toda la sinceridad.
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