El Apocalipsis menciona conflictos entre países, en las batallas del Final de los Tiempos, en suelo israelita. Actualmente, no faltan conflictos en Medio Oriente, y acuerdos confusos parecen surgir inesperadamente. El restablecimiento del contacto entre los líderes de Estados Unidos y de Irán, después de 34 años, tiene como finalidad, aparentemente, un acuerdo de desarme nuclear. Israel está en desacuerdo: su primer ministro, Benjamín Netanyahu (foto), en Nueva York, durante la 68ª Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), repitió intensamente que las intenciones del país islámico solo son una cortina de humo, y que el verdadero objetivo es usar el poderío nuclear en contra de Israel.
Netanyahu consideró que mientras el ex-presidente iraní Mahmud Ahmadinejad era un “lobo con la piel de un lobo”, por sus claras intenciones en contra de Estados Unidos e Israel; su sucesor, Hassan Rouhani, es “un lobo con piel de cordero”, por mostrarse justo y pacificador delante de los norteamericanos y los medios de comunicación, mientras que secretamente hace planes anti-Israel. Rouhani dijo en la Asamblea que las armas nucleares y de destrucción en masa “no tienen lugar en la doctrina de seguridad y defensa de Irán”. El primer ministro israelita lo niega.
Algunos diarios, como el sitio de noticias de Medio oriente, Al-Monitor, acusan intencionalmente a Netanyahu de obsesivo en relación a Irán, para distraer a la comunidad internacional sobre una aparente mala voluntad de retomar las discusiones de paz entre israelitas y palestinos – el ex-embajador norteamericano Martin Indyk está en Israel durante dos semanas como mediador de un nuevo encuentro, el octavo para las negociaciones pacificadoras desde julio.
El premier de Israel ha insistido para que Barack Obama, presidente de Estados Unidos, no deje las restricciones en relación a Irán y mantenga las amenazas de intervención militar. Como no obtuvo respuesta, el israelita declaró que, si fuera necesario, su país actuará solo contra el país islámico. Del otro lado, el ministro de relaciones exteriores iraní, Mohamad Zarif, acusó a Netanyahu de mentiroso en una entrevista a un canal de televisión en su país.
Profecías bíblicas
Benjamín Netanyahu dijo, en su discurso en la ONU, que las negociaciones de paz son bienvenidas, siempre que “los palestinos desmilitarizados reconozcan al estado judío de Israel”. Y usó una profecía para justificar su pensamiento: “Actualmente, se están haciendo profecías bíblicas. El profeta Amós dijo que ellos (los israelitas) van a reconstruir ciudades devastadas y habitarán allí. Van a sembrar sus viñas y beber su vino. Van a sembrar sus manzanos y comerán de sus frutos. Ellos serán ‘sembrados’ por Dios en su suelo y no serán arrancados de allí, nunca más.” Y promete: “Señoras y señores, el pueblo de Israel no será arrancado nuevamente.”
En verdad, en las profecías consta que cuando el Final de los Tiempos estuviera cercano, el pueblo de Israel volverá a su tierra desde varios lugares del mundo, según Amós y otros profetas, como Ezequiel, Isaías y Zacarías.