Más de 1.000 personas participaron de la reunión inaugural, en la que el obispo consagró las flamantes instalaciones.
Durante la reunión se realizaron diferentes oraciones por la salud, la liberación y la bendición familiar. Un gran número de personas se acercaron al altar para contar que habían sido sanadas durante la oración.
En la prédica, el obispo dijo: “Es muy bueno tener una iglesia nueva, pero no va a servir de nada si su vida sigue siendo vieja. Así como la iglesia es nueva, su vida también debe serlo. ¿Cómo debemos manifestar la fe para tener una vida nueva? La Biblia dice: ‘Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.’, (Hechos 3:1-8). Pedro tenía algo que logró cambiar la vida del cojo, que no era dinero, sino fe en el nombre de Jesús. Todos pudieron ver el milagro, y Pedro les mostró el camino para que sus vidas pudieran cambiar.
Jesús quiere darles una felicidad completa, en todos los aspectos de su vida, y aunque surjan problemas, con su fe apoyada en Él usted logrará vencerlos.
¿Qué es apoyar la fe en Jesús? Es creer y obedecer cien por ciento la Palabra de Dios. Si usted toma toda su fe y la pone en Jesús, usted tendrá una felicidad completa. La única condición es creer en Él a través de Su palabra”.
Después, el obispo invitó a los presentes a entregarse a Jesús para vivir apoyados en Su Palabra. A continuación, el obispo consagró las instalaciones de la Universal, derramando el aceite santo en el altar, determinando que las personas que lleguen a la Iglesia agotadas, cansadas, desesperadas, puedan tener vida, sanidad, liberación, hogares reconstruidos y, principalmente, salvación.
Luego, el obispo oró por los obreros de esta nueva sede, para que Dios los use aún más para ayudar a los que sufren.
Finalmente, el obispo terminó la reunión orando por todos los presentes, bendiciendo a las familias comodorenses.
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