“Me siento muy distante de mi marido, parece que no tenemos nada más en común. ¿Acaso el amor se terminó?”
Respuesta:
Muchas parejas van distanciándose y no entienden por qué se sienten desconectados, lejos uno del otro. Aquí está la razón: dejaron de compartir.
Normalmente, comienza cuando la pareja deja de hacer actividades juntos. Cada uno comienza a buscar sus propios objetivos e intereses. De repente, sin notarlo, se encuentran más motivados y cercanos a otras personas que comparten los mismos intereses. Y, equivocadamente, piensan que el amor se terminó.
La esposa está más apegada a los amigos del trabajo, con quien pasa 8 horas por día y conversa sobre todo, no solo de trabajo. El marido se siente más allegado a sus viejos amigos de escuela, que hinchan por el mismo equipo de fútbol del cual él es fanático. Ellos comparten intereses mutuos. Se sienten más cercanos unos a los otros.
Compartir es una de las cosas más importantes que mantienen a una pareja unida. Ustedes necesitan hacer un esfuerzo consciente para interesarse por la vida del otro. Usted necesita dejar que su marido participe de lo que está sucediendo en su vida. Usted, marido, necesita descubrir qué está sucediendo en la vida de ella.
Siéntense juntos a la hora de comer. Pregúntele sobre su equipo favorito, aunque a usted no le guste mucho el fútbol. Pregúntele a ella cómo fue su día de trabajo hoy, aunque los detalles lo hagan enfermar de aburrimiento… Tómense de las manos cuando estén caminando juntos en algún lugar. Conversen sobre el futuro de ustedes. Discutan planes. Lean un libro juntos. Hablen sobre los gastos. Frecuenten la iglesia juntos… Lo que sea.
Y por el amor de Dios, no deje que su esposa o marido sienta que usted se siente más alegre y motivado en medio de otras personas que con ella/él.
El matrimonio es compartir.
(*) Respuesta retirada del blog del obispo Renato Cardoso
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