Más de 16.000 mujeres participaron en todo el país de la Fiesta de los Tabernáculos, una celebración de origen bíblico que rememora las vicisitudes del pueblo judío durante su deambular por el desierto. El evento tuvo lugar en la Universal de Almagro, ubicada en Av. Corrientes 4070, y fue transmitido en vivo a todo el país y también a toda Latinoamérica y España.
La oradora principal, Lucelaine Araújo, estuvo acompañada por Marcia Rocha, y juntas explicaron el significado del desierto y cuál es la razón por la que todos lo atravesamos: “Hoy estamos celebrando las victorias que Dios nos dio y también las que nos dará. Sepa que tenemos que permanecer; el vencedor es el que permanece. No vale la pena desistir, porque Dios no nos da un desierto más grande del que podamos soportar.
¿Por qué pasamos por el desierto? ¿Cuál es el objetivo de pasar por allí? Todas las mujeres de Dios tenemos que pasar por el desierto porque allí somos moldeadas por Él. Todos los héroes de la fe pasaron por momentos difíciles, por situaciones que pusieron a prueba su fe.
Dentro de un desierto tenemos dos opciones, o seguimos adelante, en la fe, para superarlo, o miramos hacia atrás y volvemos a la esclavitud.
Cuando pasamos por un desierto, la mayoría de las veces le preguntamos a Dios por qué, pero el por qué uno lo entiende después de haber pasado por el desierto. Cuando estamos dentro del desierto, estamos solas, nadie nos puede ayudar, ni siquiera la persona que más nos ama. Ahí es cuando debemos escuchar la voz de Dios para salir de allí.
Cuando más tardamos en oír a Dios e insistir en hacer las cosas de acuerdo a nuestros pensamientos, más tiempo estamos en el desierto.
Sólo quién permanece en la fe, vence aún estando en el desierto, la única solución es hacer las cosas a la manera de Dios. ¡Hasta Jesús pasó por el desierto y venció!”.
Luego, ellas oraron para que las mujeres que se encontraban pasando por un desierto puedan fortalecerse y luchar, para salir de allí con la victoria y tomar posesión de todas las bendiciones que Dios les prometió.
Finalmente, todas las mujeres presentes celebraron la victoria que recibieron bailando con alegría, agradeciendo también a Dios por esta reunión maravillosa que les enseñó, fortaleció y preparó para superar cualquier desierto que aparezca en sus vidas.