Usted sabe la respuesta que debería dar. Usted es mayor. Y estaría en lo cierto, por lo menos en la teoría. Pero en la práctica, puede no ser tan simple.
Yo diría que Glen James con certeza es mayor que su saldo bancario. Para comenzar, él no tenía uno. Glen vivía en la calle desde el 2005 en Boston, EEUU. Un bello día del mes pasado, deambulando por las calles como de costumbre, encontró una mochila con $40 mil dólares. “Encontrado no es robado”, ¿correcto? No fue así para Glen.
Aun sin casa y dependiendo de limosnas para comer, él fue a la estación de policía y entregó la mochila, que contenía también el pasaporte del dueño. La policía encontró al dueño y le devolvió el dinero. La historia llamó la atención de los medios y del mundo entero. Ethan Whittington, que vive en otro estado, vio la noticia e, inspirado por el gesto de Glen, inició una campaña de donaciones en Internet para ayudarlo a salir de las calles. Un mes después, la campaña ya recaudó $160 mil dólares para el “sin techo”.
Glen, Ethan, y aquellos policías son hombres raros en este mundo. La mayoría de nosotros no habría hecho lo que ellos hicieron, en las mismas circunstancias. Ellos mostraron, en la práctica, que son mayores que el dinero.
Si usted es mayor que su saldo bancario, y este está bien lleno, ¿por qué tiene tanta dificultad de ser generoso?
Una razón de por qué Dios instituyó los diezmos y las ofrendas fue para que nosotros estuviésemos por encima del dinero, nunca por debajo. La idea del diezmo es reconocer que Dios es dueño de todo, no nosotros. La idea de las ofrendas es estimular nuestra generosidad y creencia de que Él nunca nos dejará faltar.
Usted es mayor que su saldo bancario porque:
– Usted es un ser inteligente, el dinero es papel
– Usted hace dinero, el dinero no lo hace a usted
– Usted tiene un valor que ningún dinero puede comprar
– Usted es hijo del Dueño de todo el oro y la plata de este mundo
– Un día todo quedará por ahí, pero usted permanecerá por toda la eternidad
Cuando tenga esta convicción, el dinero vendrá detrás suyo, como eventualmente vino para Glen. Y usted nunca tendrá miedo de ser generoso, de dar a quien merece y a quién no.
Usted es mayor que su saldo bancario. Crea en eso. Viva eso.
Pregunta retirada del blog del obispo Renato Cardoso
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