El año nuevo está ahí a las puertas. Planes, sueños, deseos afloran en este período. Exactamente como hace un año. ¿Usted alcanzó los del 2013? Deténgase un poco para pensarlo. Si usted repite lo que siempre hizo, tendrá lo que siempre tuvo.
Los grandes planes y objetivos son muy importantes. Si usted no sabe a dónde quiere llegar, nunca sabrá si llegó y cualquier lugar estará bien. Tenemos que tener una meta.
“Tener mi propio negocio y no necesitar trabajar para nadie más.”
“Comprar una nueva casa en esta zona mejor de la ciudad donde tendremos más comodidad y seguridad.”
“Perder 20 kilos, tener más salud y no vivir una vida sedentaria.”
“Tener paz con Dios y conmigo mismo a través de una vida espiritual activa.”
Sea cual sea su meta, una cosa es segura: necesitará dar más que un paso para alcanzarla. Esta no va a suceder hoy, de una vez, en un chasquido de dedos. Y es ahí que muchos tropiezan. Se desaniman porque ven sus sueños muy lejanos.
Sin embargo, hay un truco para vencer eso. Es el poder de hacer algo todos los días.
Si usted quiere alcanzar un sueño, tiene que hacer algo sobre él todos los días. Por menor que sea el paso, es así que va a llegar. De paso en paso, la tortuga venció a la liebre. No es diferente en la vida real.
Sin perder de vista su sueño a la distancia, haga algo hoy sobre él. Mañana, algo más. El día siguiente, de nuevo. Pueden ser solo diez minutos que usted va a separar del día, medía hora o una hora. No es tan importante cuánto tiempo gastará por día, sino el hecho de hacer algo todos los días. Ahí es que está el poder. El hábito. La regularidad. La suma de las pequeñas partes.
¿Quiere tener su propio negocio dentro de un año? ¿Qué puede hacer hoy al respecto? ¿Investigar más sobre la especialidad? ¿Conversar con alguien que ya está hace mucho tiempo en este negocio? ¿Abrir una cuenta para ahorrar capital?
¿Quiere dentro de seis meses tener 20 kilos menos y ser más saludable? ¿Qué puede hacer hoy al respecto? ¿Cortar el postre? ¿Subir las escaleras en vez de tomar el ascensor? ¿Marcar una consulta con un nutricionista?
Cuando los discípulos de Jesús Le pidieron que les enseñara a orar, Jesús les dio la oración del Padre Nuestro. Incluida en esta oración hay un secreto que pocos conocen: “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy”.
• El pan nuestro: lo que usted necesita
• De cada día: tenemos que buscar lo que necesitamos todos los días; no sirve buscar hoy para la semana entera
• Dánoslo hoy: indica que esta oración tiene que ser hecha al comenzar el día, cuando el “hoy” aún está delante de nosotros
Es el poder de hacer algo todos los días. No es que el Padre Nuestro nos fue dado para ser repetido de memoria todos los días. Sirve como un guía de cómo debemos hacer nuestras oraciones diariamente. Soy testigo de ese poder. Desde que comencé a hacer esto, mi vida espiritual alcanzó otro nivel.
Usted puede decidir ahí ahora qué va a comenzar a hacer todos los días que lo acercará a sus objetivos.
1. Piense y defina claramente a dónde quiere llegar
2. Decida hacer algo todos los días en dirección a su objetivo
3. Hágalo. Sin excusas. Sin excepciones.
Sin excepciones.
PD: Consejo para quien está realmente comprometido en alcanzar su sueño: mantenga un diario, calendario o cualquier otra forma de hacerle recordar lo que necesita hacer y lo que hizo ese día. El placer de llegar al final de cada día y marcar lo que hizo es inigualable. Pruébelo.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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