Dios miró a todas las religiones y dijo:
— Ustedes no Me representan.
El valle estaba lleno de líderes religiosos de todo el mundo, de todas las religiones. Desde la cima de la montaña, hablaba la voz de Dios. Perplejos, preguntaron: ¿Cómo que no Te representamos?”
— Si tuvieran un espejo, les diría que se miraran a sí mismos. Pero déjenme decirles lo que Yo veo:
• Luchas internas – sus líderes disputan por el poder, mientras que Mi enseñanza fue “el mayor servirá al menor”
• Luchas externas – ustedes disputan entre sí, contando quién tiene más ovejas, mientras que las desgarradas se van perdiendo
• Ustedes Me hicieron a imagen y semejanza de sí mismos. En vez de buscar ser como Yo, se imaginan que soy como ustedes. Cambian a su Dios para conformarse ustedes pero no se cambian a sí mismos para moldearse a Mí
• Piensan que Yo odio a las mismas personas que ustedes odian. Les tengo malas noticias: Yo no odio a nadie, sino que odio lo que ustedes hacen
• Manipulan a Mi pueblo para su propia ganancia. Crean planes, siempre pensando en cómo sacarles un centavo más a Mis ovejas, mientras que Mi orden fue que las cuidaran.
• Hacen un espectáculo para agradar a las personas en vez de darles lo que necesitan. Sus reuniones (¿o debo llamarlas “shows”?) están llenas de artimañas para impresionar, envolver, seducir a Mis ovejas hasta el sueño del engaño.
— ¿Debo continuar? Ustedes no Me representan. ¡Son fraudes!
Los religiosos, aún estando avergonzados, osaron: “Señor, entonces ¿quién Te representa?”
— Vean la hipocresía de nuevo. ¡Ustedes no entendieron nada” ¿Por qué Me llaman Señor si no son Mis siervos? En cuanto a quién Me representa, no es álgebra ni trigonometría. Es fácil saberlo. El problema es que el ego de ustedes es demasiado grande para dejarlos ver. Si Yo Lo enviara a este mundo de nuevo, ustedes Lo crucificarían una vez más.
Un largo silencio. Y la voz se calló.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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