A partir de 2011, la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) se incorpora al Calendario Nacional de Vacunación de manera gratuita y obligatoria para todas las niñas de 11 años (tengan o no cobertura de obra social).
Cada niña debe recibir 3 dosis y las 3 son necesarias para que la vacuna sea efectiva. Luego de la primera dosis, la segunda debe aplicarse al mes y la tercera a los seis meses.
Desde el mes de octubre de 2011, la vacuna contra el VPH está disponible en todos los vacunatorios y hospitales públicos del país.
¿Para qué sirve la vacuna contra el VPH?
Permite inmunizar a las niñas contra dos tipos de VPH de alto riesgo oncogénico (los genotipos 16 y 18), responsables del 77% de los casos de cáncer de cuello uterino. Es muy importante la aplicación de las 3 dosis necesarias para que la protección sea realmente efectiva.
¿Quiénes deben vacunarse de acuerdo al nuevo Calendario de Vacunación?
A partir de octubre de 2011, cada año se deben vacunar las niñas que cumplan los 11 años de edad.
¿Cómo es el esquema de administración que requiere la vacuna contra el VPH?
La vacuna se administra con un esquema de 3 dosis para obtener una inmunidad adecuada: la 1ª al momento cero, la 2ª al mes y la 3ª a los seis meses de la primera dosis. Es fundamental completar las 3 dosis para garantizar la efectividad de la vacuna.
¿En qué lugares se realiza la vacunación?
La vacunación se realiza en forma gratuita en todos los vacunatorios y hospitales públicos del país.
¿Se pueden aplicar la vacuna las niñas de más de 11 años?
La Comisión Nacional de Inmunizaciones recomendó la vacunación para las niñas que hayan cumplido los 11 años, considerándola como la estrategia más adecuada para administrar eficazmente un recurso limitado. En el caso de las niñas y mujeres no incluidas en esta estrategia será necesaria la evaluación individual por parte de un profesional médico, quién definirá en cada caso la necesidad de su adquisición y aplicación en el sector privado.
¿La vacuna es segura?
Sí; la vacuna es segura y eficaz si se completan la 3 dosis necesarias (de hecho, ya se distribuyeron más de 15 millones de dosis en el mundo.)
¿La vacuna puede tener efectos adversos?
Los efectos adversos son leves y similares a las otras vacunas del Calendario: fiebre, dolor o hinchazón en la zona de aplicación de la vacuna durante las 48 hs. siguientes.
¿Las niñas vacunadas deben realizar los controles ginecológicos en su adultez?
Sí. Aunque hayan sido vacunadas, a partir de los 25 años todas las mujeres deben realizarse periódicamente la prueba del Pap, ya que la vacuna protege contra los 2 genotipos de VPH de alto riesgo oncogénico más frecuentes, cubriendo más del 80% de los causantes de lesiones malignas. Y por lo tanto la realización del Pap permite detectar la presencia de lesiones causadas por genotipos no incluidos en la vacuna.
¿Que es el VPH?
El Virus del Papiloma Humano (VPH, o HPV en inglés) es una familia de virus que pueden afectar la zona genital-anal de las personas. Existen alrededor de 40 tipos diferentes que pueden dividirse en dos grandes grupos:
Los VPH denominados “de bajo riesgo oncogénico”, que generalmente se asocian a las lesiones benignas, como las verrugas y las lesiones de bajo grado.
Los VPH denominados “de alto riesgo oncogénico”, que son alrededor de 14. Estos tipos de VPH pueden llegar a provocar la alteración de las células generando lesiones precancerosas, que con el tiempo pueden evolucionar y convertirse en un cáncer.
El tipo de cáncer más común causado por los VPH de alto riesgo oncogénico es el cáncer de cuello uterino.
Los demás tipos de cánceres relacionados con el VPH (de pene, de ano) son muy poco frecuentes. Por lo tanto, en el caso de la mujer este virus requiere de un control periódico a través de las muestras de Papanicolau (Pap) para poder detectar si –a causa de una infección persistente por VPH- existen lesiones en la mucosa del cuello del útero que pueden transformarse en precancerosas.
¿Cómo se transmite?
El VPH se transmite por contacto sexual. Es un virus de muy fácil transmisión, y por lo tanto es muy común. Se estima que 4 de cada 5 personas (es decir, el 80%) van a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento de sus vidas.
¿El VPH produce síntomas?
La mayoría de las veces la infección por VPH no presenta síntomas evidentes, y el sistema inmunológico se encarga de curarla de manera espontánea sin que la persona infectada se de cuenta. En general los VPH de bajo riesgo oncogénico producen verrugas en los genitales o ano: protuberancias o abultamientos que pueden ser de diversos tamaños y suelen tener forma de “coliflor”. Las verrugas se pueden tratar, aunque pueden volver a aparecer si el sistema inmunológico de la persona no ha eliminado totalmente el VPH.
¿El VPH en la mujer siempre deriva en cáncer de cuello uterino?
Con controles periódicos y Pap, no existe la posibilidad de desarrollar cáncer de cuello de útero. Únicamente en el caso de que la infección por VPH persista durante muchos años (de 5 a 10 años) sin ningún tipo de tratamiento, los VPH de alto riesgo oncogénico pueden llegar a causar lesiones precancerosas en el cuello del útero de la mujer, que luego pueden evolucionar en un cáncer.
Por eso es muy importante que a partir de los 25 años todas las mujeres se realicen periódicamente el Pap para poder detectar la presencia de cualquier lesión en el cuello uterino, y tratarla si es necesario.
Fuente: Ministerio de Salud
El cáncer desapareció
Elena Villegas de Di Franco enfrentaba muchos problemas, pero el principal afectaba directamente su salud. “Mi vida era un caos”, así es como define esos momentos, pues los médicos habían descubierto que una aparente llaga en el útero en realidad eran células cancerígenas y le diagnosticaron cáncer.
“Luego de una biopsia, una prueba de Papanicolaou y un examen médico me dieron el resultado, el médico me dijo que iba a hacer un tratamiento, pero la lucha iba a ser muy dura”, recuerda. A esta impactante noticia se le sumaban los problemas con su hija. Había intentado quitarse la vida, los días pasaban y la situación empeoraba, incluso comenzó a tener problemas de tiroides.
Sin embargo, a pesar de este panorama desalentador había una salida, en esos difíciles momentos la invitaron a participar de las reuniones de la Universal, cuando se acercó a la iglesia y perseveró en las reuniones encontró la solución que necesitaba. Creyó en la palabra de Dios, usó su fe y los resultados fueron sorprendentes, fue sanada de cáncer, los problemas de tiroides desaparecieron, su salud fue restablecida.
Además la relación con su hija cambió, durante tres años estuvieron sin hablarse, pero Dios restauró la comunicación. “Hoy estoy sana, tengo paz, disfruto la vida junto a mi esposo, mis hijos y mis nietos. La Universal es el lugar donde se me abrieron las puertas para ser feliz”, finaliza.
Ella concurre a la Universal ubicada en Rivadavia 175, Dolores.