Recientemente, una aplicación hizo furor en las redes sociales: a partir de una prueba on-line, esta aplicación revela la edad mental de la persona. Si usted utiliza las redes sociales, debió haberse impresionado por la cantidad de amigos cuya edad mental es muy inferior a la edad real. Inclusive en ellas, las mujeres, que siempre se las consideró como la parte más madura de la relación, también andan prolongando su fase de “muchachita”.
Sin embargo, aunque la madurez no tenga necesariamente un momento específico para llegar, es importante vivir de acuerdo a la edad que se tiene, ya que cada fase trae una enseñanza y una lección diferente. Según Marina Massi, doctora en Psicología y especialista en comportamiento femenino, el gran problema de las mujeres que viven una fase a la que ya no pertenecen, es que están sobre valorizando la figura de la joven. “Vestirse más sensual está directamente conectado a la mentalidad de que lo bueno es ser joven, de que la fuerza y el lado sexual está entre los jóvenes. Los medios de comunicación trasmiten ese mensaje todo el tiempo, lo cual lleva siempre, a las mujeres, a querer parecer lo más joven posible”, explica.
Que lo diga la popstar Britney Spears, de 32 años. Ni siquiera la maternidad de Sean, de 8, ni la de Jayden, de 7 años, (frutos de su relación con el bailarín Kevin Federline) lograron hacer madurar a la rubia. En el comienzo de su carrera como cantante, Britney se destacó por el estilo adolescente, con ropa colegial y peinados infantiles; hoy, 15 años después del lanzamiento de su primer disco “Baby One More Time”, la presión por su figura sensual parece haber hecho un desorden en su mente.
En una entrevista sobre el lanzamiento de su documental “I Am Britney Jean” (Yo soy Britney Jean), la cantante habló sobre la madurez de su carrera y de ella misma en relación a la sensualidad que siempre predominó en sus performances sobre los escenarios. “Me siento un poco diferente ahora que estoy más grande. A veces me siento de 20 años y, otras veces, siento que tengo 50”, confesó.
La reina del pop, Madonna, salió en defensa de su colega. Para ella, Britney estuvo cercada por reflectores desde la infancia, lo que pudo haber perjudicado su desarrollo como mujer. “Ella nunca llegó a vivir la infancia. Fue una estrella desde pequeña. No tuvo la chance de crecer y cometer sus errores, es muy duro evolucionar de esa forma”.
Para la psicóloga, lo que sucedió con la princesa del pop puede ser, justamente, la causa de la inmadurez de muchas mujeres alrededor del mundo. “Existen aquellas que crecieron muy rápido, no tuvieron una adolescencia o se convirtieron en madres siendo muy jóvenes, se casaron muy chicas y ya tenían obligaciones de ama de casa y/o trabajar afuera. Eso puede generar una confusión después de algunos años, cuando conquistan más independencia, se ven libres y quieren salir al mundo o a una salida, como si fueran adolescentes, pero ya no lo son”, explica.
Para enfocarse en lo mejor de cada edad es necesario saber reconocer lo que es importante para el momento que está viviendo usted. “La sabiduría, por ejemplo, no es un valor de culto para nuestra sociedad. Tampoco lo es la adultez, cuando se asoma la vejez, nadie quiere sentirse viejo”, añade Marina.
Somos realmente más maduras que ellos
Quien lo prueba es un estudio realizado por la Universidad de Newcastle, de Reino Unido, el que confirmó que mucha gente ya lo sabía: el cerebro femenino realmente “madura” antes que el cerebro masculino.
Los científicos estudiaron el cerebro de 121 personas de entre 4 y 40 años, y comprobaron que el proceso de madurez de ese órgano – que es cuando algunas partes se achican y se desactivan las conexiones innecesarias- comienza a los 10 años en las mujeres, y ni bien pasa los 20 años, en los hombres. Cuando esas conexiones innecesarias se desactivan, la persona comienza a enfocarse en las cosas que son realmente necesarias en su vida.
Ser madura es ser elegante
Con el avance de la medicina y de los tratamientos estéticos, no existe ningún problema para cuidar la belleza exterior, pero es necesario trabajar el interior con la misma dedicación. “Madurar es un salto o una comprensión profunda de un problema, no necesariamente es madurar en la personalidad, sino comprender un tema con mayor profundidad”, explica la psicóloga.
Cada edad exige un comportamiento adecuado. Tener un espíritu joven no es lo mismo que estar preso a una fase de la vida que ya pasó. Es enfrentar con alegría y disposición nuevos desafíos que la vida establece. La verdadera madurez llega a través de las luchas diarias, pero solo cuando estamos abiertos a aprender algo por medio de estas.
Extraído Folha Universal