Si tienes la piel grasa, te tengo una buena noticia, tu rostro presentará arrugas de forma mucho más tardía y en menor cantidad que en un cutis seco, sin embargo, como no todo podían ser ventajas, los cutis grasos son propensos a padecer granitos, poros dilatados, imperfecciones o brillos indeseados, problemas que seguramente te resultan familiares.
Aprovéchate de las ventajas de tener la piel grasa y aprende a cuidarla para evitar esos molestos inconvenientes, manteniendo tu piel sana y atractiva.
Limpieza mañana y noche
Cuando te levantas la piel necesita una limpieza profunda que elimine las impurezas y secreciones que se han acumulado durante la noche. No olvides aplicar tónico después y una crema hidratante específica para pieles grasas.
Antes de acostarte también debes limpiar tu piel en profundidad a fin de eliminar las toxinas, sebo y restos de maquillaje acumulados durante el día. Emplea un limpiador en gel o espuma insistiendo en la frente, aletas de la nariz y barbilla, zonas donde la producción de grasa es más activa. Aclara con agua tibia y finaliza con fría para cerrar los poros y ejercer un efecto tensor y matificante inmediato.
Peeling y mascarilla
Uno de los problemas más frecuentes de la piel grasa es la acumulación de puntos negros, pero puedes combatirlos eficazmente realizando un peeling (exfoliación) diario para limpiar los poros y eliminar la piel muerta, que contribuye a la aparición de impurezas.
En invierno es recomendable la aplicación de cremas suaves y livianas que mantengan la hidratación, ya que son propensas al acné. Lo ideal es limpiarla, tonificarla y luego hidratarla con productos específicos para piel grasa. Las cremas con té verde o aloe vera son muy beneficiosas para normalizarla ya que en muchas ocasiones es mixta.