Al comienzo es solo amistad, pero luego la relación gana relevancia. La manera de mirar al otro comienza a cambiar y el noviazgo sucede. La relación se desarrolla y se hace seria. Más tarde, todos comienzan a comentar que es el momento de dar un paso hacia adelante. Pero, ¿cómo saber si él (o ella) es la persona indicada para casarse?
Como decía el periodista y revolucionario Benjamín Franklin: “Mantenga sus ojos bien abiertos antes del matrimonio y medio cerrados después.” Eso quiere decir que es necesario conocer y escoger bien a la persona con quien se pretende pasar el resto de la vida y, después de escoger y casarse, no quedarse observando y prestando atención a todos los defectos que tenga su compañero.
Y antes de llegar al matrimonio, ¿cómo saber si esa persona es realmente alguien para pasar toda la vida a su lado?
Según el obispo Renato Cardoso, primero es necesario saber decidirse por la persona indicada. “No es una decisión basada en la emoción, pero sí racionalmente, con la inteligencia, sin el corazón. La mayor razón por la que los matrimonios se pelean y se separan es porque, en el pasado, se enamoraron y tomaron la decisión por el corazón, sin pensar, sin razonar si eso estaba bien o no. El amor no tiene nada que ver con romance, con sentimiento, con atracción, aunque esas cosas puedan hasta existir dentro del amor.”
Otro consejo es escoger basado en aquello que es más permanente. “Generalmente se opta por aquel que tiene un mejor trabajo, buena vida económica, apariencia, dinero, casa, éxito, o sea, cosas físicas, que pasarán con el tiempo. Pero después de años, eso cambia. Quien escoge a alguien para casarse basado en estas cosas, más adelante, se sentirá frustrado, triste. La persona interior es la personalidad, la fe, el temperamento, y es eso que debe ser considerado”, afirma el obispo.
La compatibilidad es fundamental
Es necesario también que haya compatibilidad entre las dos personas en varias áreas. “La primera compatibilidad es la madurez, pues cuando el hombre es más inmaduro que la mujer, eso puede traer problemas futuros, porque la mujer necesita seguridad, y la falta de madurez en el hombre trae inseguridad en la mujer. De esa forma, se hace difícil que la mujer lo respete. La naturaleza de la mujer ya es de ser más madura, es por eso que indicamos que el hombre sea un poco más grande que ella, para que haya esa compatibilidad.”
Otra compatibilidad que debe ser tenida en consideración es la apariencia física. “En realidad, es una ilusión decir que la apariencia física no influye en el matrimonio. No es necesario ser modelo, pero debe haber atracción entre la pareja. Ella no puede pensar que porque él sea trabajador, buena compañía, sea suficiente para que solamente después del casamiento tenga atracción, para no ser una pareja que sean como hermanos y amigos dentro de su casa.”
Debe también haber un nivel de compatibilidad de la mente de los dos. “Si él o ella es una persona más culta, de negocios, experimentada, que viajó a muchos lugares, desarrollada, y la otra más cerrada, no se desarrolló, dificulta mucho en el matrimonio, pues quien tiene más experiencia se sentirá superior y siempre a gusto con las personas con su mismo nivel. La vida social tendrá una enorme diferencia.”
La manera cómo fue criada, o sea, la cultura de la persona también puede ser un problema para el matrimonio. “Una mujer, por ejemplo, que tuvo una vida independiente, probablemente no será sumisa. Y el hombre necesita ver eso antes de casarse.”
Antes de casarse también debe observar qué objetivos tienen ambos. “Tienen que discutir los objetivos comunes, cuál es la visión del futuro que tienen para la vida de la familia. Uno tiene que apoyar los objetivos del otro.”
La fe y la personalidad de la otra persona también son características que indican si ella es o no para casarse. “Para quienes tienen fe, esta ocupa el papel principal en su vida. Por eso, casarse con una persona sin fe o de diferente fe es un problema, porque los dos tienen eso como prioridad. No hay que exigirle al otro lo que no se puede ofrecer.”
Los aspectos de la personalidad también indican si alguien sirve o no para usted. “No siempre los opuestos se atraen, o va a amar esa característica opuesta a la suya, o la odiará.”
Y se engaña quien piensa que conseguirá cambiar al otro después del casamiento. “Hay características que no cambian, principalmente esas, que son claves”, finaliza el obispo Renato.
¿Quiere saber más sobre estos y otros temas de la vida de a dos? Participe de la Terapia del Amor en la Universal, todos los jueves a las 16 y especialmente a las 20 hs. en Av. Corrientes, 4070 Almagro.
[fotos foto=”Thinkstock”]
[related_posts limit=”7″]