Todos los días enfrentamos situaciones de riesgo, después de todo, vivimos en un mundo repleto de violencia, desamor, peligros y maldades. Sin embargo, algo inesperado durante la rutina de trabajo, muchas veces, no pasa por nuestra cabeza.
Imagínese embarcar rumbo al cambio de guardia con el equipo médico para el cual trabaja y que presta servicios en una aldea indígena y, algunos minutos después del aterrizaje, perder totalmente el contacto con el mundo y desaparecer.
Fue exactamente lo que sucedió con las cinco personas que iban al sudoeste de Pará a bordo de un avión bimotor el último 18 de marzo, incluyendo a la técnica en enfermería Rayline Campos. Ella llegó a enviar dos mensajes de texto al celular de su tío. En el primero, decía que estaba en medio de un temporal y que uno de los motores del avión se había parado.
No se sabe realmente lo que sucedió. Desde la desaparición de la aeronave, equipos buscan pistas o señales del avión, pero, hasta la publicación de esta nota, nada fue encontrado.
El hecho es que, delante de la fragilidad de la vida y de acontecimientos a los cuales estamos sujetos – sean los que sean -, tenemos que acordarnos, en todo momento, de la importancia de la Salvación de nuestra alma, de la Vida Eterna con Dios.
¿Será que estamos preparados para pasar por el valle de sombra de muerte sin temer mal alguno, como afirma la Biblia en el Salmo 23:4?
Temas como este son debatidos todos los miércoles, a las 20 hs., en la Noche de la Salvación, que ha ayudado a mucha gente a comprender el sentido de la vida en la Tierra y la importancia de guardar el mayor de todos los tesoros: la Salvación.
Si usted también ansía por este aprendizaje, participe de este encuentro en Avenida Corrientes 4070 – Almagro – o en una Universal más cercana a su casa.
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