No todas las personas bautizadas con el Espíritu Santo serán obreros, pastores, esposas de pastor o tendrán un título en la Iglesia, pero todos los bautizados con el Espíritu Santo SON Testigos del Señor Jesús.
¿Por qué?
No todos tienen la misma vocación, y Dios, mejor que todos, sabe de esto.
Nosotros llamamos, pero Dios elige por conocer la mente, el corazón, la disposición y la intención de cada persona.
Es mejor ser un buen miembro que un obrero insatisfecho; es mejor ser un buen obrero que un pastor o esposa de pastor insatisfecha, y eso sucede porque cada uno tiene una vocación.
Así como en un cuerpo hay muchos miembros, también en la Iglesia del Señor Jesús, cada uno es escogido por Él para servir de acuerdo con su vocación. “Vosotros sois cuerpo de Cristo; e, individualmente, miembros de ese cuerpo. A unos estableció Dios en la Iglesia, primeramente, apóstolos; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; después, operadores de milagros; después, dones de curar, socorrer, gobernar, variedades de lenguas.” 1 Corintios 12:27-28
No todos los miembros son nariz, ni todos son boca o cabeza, pero todos forman parte del cuerpo y todos tienen el mismo Espíritu, siendo así, todos los que tienen el Espíritu Santo, tienen todo en común. Como está escrito: Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas (evangelizar a todos). Hechos 2:44
Independiente del título, edad o posición, todos los que son bautizados con el Espíritu Santo tienen vida para dar, son testigos de la Resurrección del Señor Jesús y evangelizan, aunque no forman parte del grupo de obreros o pastores.
Obispo Julio Freitas