En el último semestre se produjo un rebrote de poliomielitis, más conocida como “la polio”, en unos diez países de Asia, Medio Oriente y el centro de África. En Argentina, el último caso se registró hace casi 30 años.
La Organización Mundial de la Salud decretó la semana pasada la emergencia sanitaria mundial por el aumento de casos de poliomielitis, una enfermedad muy contagiosa que afecta principalmente a los niños menores de cinco años, causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas e incluso la muerte. Los primeros síntomas son fiebre, fatiga, vómitos, rigidez en el cuello, dolor de cabeza y en los miembros. La enfermedad no tiene cura y se previene a través de la vacunación.
El número de casos de poliomielitis disminuyó en más del 99% desde 1988, pasando de 350 000 a 406 casos en 2013. En 2014, solo quedan tres países en los que la enfermedad es endémica, Afganistán, Nigeria y Pakistán, contra los más de 125 en 1988. Los países donde en la actualidad se detectó el virus son Afganistán, Camerún, Etiopía, Guinea Ecuatorial, Irak, Israel, Nigeria, Pakistán, Somalia y Siria.
La Sabin, vacuna indispensable
“La vacuna indicada en el Calendario Nacional de Vacunación proporciona inmunidad contra la poliomielitis, es gratuita y obligatoria en todos los hospitales y centros de salud del país”, informó Carla Vizzotti, coordinadora del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (ProNaCEI). La vacuna debe aplicarse a los 2 meses de edad (primera dosis), 4 meses (segunda dosis), 6 meses (tercera dosis), 18 meses (cuarta dosis) y un refuerzo a los 5-6 años (ingreso escolar).
El Ministerio de Salud confirmó que en septiembre lanzará una campaña nacional de vacunación con la doble viral, contra el sarampión y la rubéola, y la Sabin, para mantener a las tres enfermedades eliminadas del país.
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