Para los que se encuentran sin esperanzas de vivir ante una enfermedad terminal, y hasta sus seres queridos han buscado todo tipo de soluciones para salvarlo. Sólo existe una salida, un camino, el Señor Jesús.
Su Poder para sanar enfermedades incurables y hacer milagros, es tan grande hoy como lo fue en el pasado. La Biblia lo confirma y los testimonios de Verónica y Susana Ríos también lo comprueban: