Cuando usted cumplió 29 años, probablemente no se dio cuenta de ningún cambio significativo en su cuerpo o en su mente. Sin embargo, espere llegar a los 30. Puede ser que continúe siendo la misma, no obstante, el cerebro humano es tan condicionado al paso del tiempo que el simple hecho de sumarle un dígito más a la edad puede funcionar como un reloj psicológico que le señala lo que usted aún no hizo y tal vez no tenga más tiempo de realizar en su vida. ¿Por qué sucede eso?
En la visión de la doctora de psicología Maria Thereza de Alencar Lima, ese cambio de dígito puede traerle a algunas personas una sensación de que el tiempo pasa sin que tengamos control sobre él. “Pasar de los 29 a los 30 años de edad o de los 49 a los 50 carga consigo también lo que una determinada sociedad espera de ese momento de la vida. Alrededor de los 30 años, por ejemplo, se espera que la mayoría de los adultos ya haya establecido un estilo de vida independiente, tenga sus ocupaciones y responsabilidades de trabajo, una carrera y una familia constituida”, explica.
Sin embargo, ¿por qué justamente a los 30 y no a los 40 o 50 años? “Porque hasta los 30 años la mayoría de las personas ya cumplieron esas tareas y se ocupó de su necesidades, que varían de un momento a otro de la vida”, resalta la psicóloga. En el caso de la mujer, la presión para el matrimonio y para la maternidad son aún mayores que para los hombres. “Una manera de lidiar con estos conflictos es recordar que los caminos de la vida adulta son hoy mucho más variados que en el pasado y que la sociedad compleja de los tiempos actuales exige y permite una flexibilidad mucho mayor en la prueba y en el ejercicio de roles”, orienta Maria Thereza.
Antes que la desesperación se apodere de usted, recuerde que esas etapas son solo una construcción social para medir el tiempo. “Tenemos que recordar que el cambio de edad es una práctica de determinadas culturas, como en la que vivimos, que divide el ciclo vital en períodos”, recuerda la psicóloga. Exactamente por eso es importante resaltar que es usted quien elige cómo encarará cualquier tipo de cambio en su vida. “La crisis en psicología es a su vez considerada una oportunidad para una modificación y una revisión de vida”, aclara la psicóloga.
Además de eso, no se puede comparar a la mujer a los 30 años actualmente con la de 30 años del pasado. Probablemente, su madre con esa edad ya los tenía a usted y a sus hermanos, o sea, era responsable de un hogar. Hoy en día, las mujeres comienzan a pensar en el matrimonio a los 30 años, porque antes de eso van a la facultad, lo que no era común antiguamente. “Se dice que los 30 de hoy son los 20 de antes y los 50 de hoy son los 40 de antes. Efectivamente, la mejora de la salud, el aumento de la expectativa de vida, los cambios tecnológicos, de los valores de una cultura y de la sociedad, además de las oportunidades educacionales, alteran e influencian lo que es esperado en un determinado tiempo vivido”, agrega Maria Thereza.
Para Cristiane Cardoso, escritora y conductora del programa “The Love School”, la llegada de los 30 debe ser conmemorada. “Para mí, la fase de los 30 fue mejor que la de los 20 y la de los 40 está siendo mejor que la de los 30. Todo depende de cómo la mujer se vea. Si depende del exterior, se deprime; si depende del interior, se siente aún más realizada porque está siempre mejorando con la edad”, finaliza.
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