El consumo de drogas y alcohol suele estar relacionado al delito. La posesión ilegal de drogas y el narcotráfico están penados por la ley en casi todos los países del mundo. Tan solo en Estados Unidos, la Policía arresta a más o menos un millón de personas todos los años por delitos relacionados con los estupefacientes.
Como las drogas son muy caras, los adictos a menudo recurren al delito para costear su vicio.
Además, se cometen delitos con el fin de facilitar el trafico de estupefacientes. Para que la droga circule sin problemas, los traficantes buscan corromper a funcionarios y policías.
Algunos incluso tienen su ejército particular. Los inmensos beneficios que obtienen los capos de la droga también ocasionan problemas. La enorme cantidad de dinero que reciben en efectivo podría incriminarlos fácilmente si no lo blanquearan, por lo que emplean banqueros y abogados para que cubran las huellas de sus transacciones.
También, los efectos ocasionados por las drogas en sí pueden inducir al delito. Por ejemplo, se dan casos en los que los adictos roban a los propios miembros de su familia.
Un círculo vicioso
Javier y Nélida eran adictos a la droga y al alcohol. Por los vicios perdieron la casa que tenían y tuvieron que vivir en una casilla de madera con techo de cartón.
“Nos separábamos y volvíamos, pero él no cambiaba y terminamos perdiendo todo. Entré en depresión y consumí mucho alcohol, cocaína y rivotril con bebida blanca. Intenté matarlo dos veces y me corté las venas para terminar con todo. Me habían detectado un tumor maligno y me dieron poco tiempo de vida. No daba más, quería una salida”, cuenta ella.
Ninguno de los dos trabajaba, delinquían para mantener el vicio, buscaron ayuda en granjas de rehabilitación y en curanderos, dejaban por un tiempo, pero volvían a consumir. La única salida la encontraron en la Universal.
“Participamos de las reuniones y fuimos libres de los vicios, usamos la fe y conseguimos empleo. Después participamos de la Hoguera Santa, sacrificamos y Dios nos dio nuestra casa propia, mi esposo fue ascendido, pudimos comprar una camioneta y dos autos. Materialmente tenemos todo lo que deseamos, pero lo más importante es que con mi esposo estamos bien, tenemos una vida diferente, el matrimonio que queríamos”.
Este domingo a las 15, participe de una reunión para ser libre de los vicios. Lo esperamos en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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