Nadie está obligado a comenzar un ayuno, en el sentido espiritual. Ni siquiera en los tiempos bíblicos el ayuno era impuesto.
El Señor Jesús mismo criticó a quien seguía el ayuno como algo solamente de la tradición, o ayunaba para mostrarles a todos una máscara de devoción que, la mayoría de las veces, no correspondía con la realidad (Mateo 6:16).
De la misma forma que ya conocemos el ayuno de comida, hoy tenemos el ayuno de información propuesto por el “Ayuno de Jesús”: 40 sin medios de comunicación secular.
Todos son invitados, pero nadie es obligado. Un ayuno es cuestión de elección.
Y, cuando elegimos algo, renunciamos a todas las otras opciones. Esa elección tiene un sentido, un objetivo. En el caso del “Ayuno de Jesús”, es acercarse más a la persona de Dios, alejando las distracciones mundanas con las cuales los medios de comunicación siempre nos bombardean. Al final de cuentas, es una elección saludable, espiritual y psicológicamente.
Tal elección no será fácil, incluso más porque Brasil pasará por el Campeonato Mundial de Fútbol, la Copa del Mundo, algo que siempre conquistó la atención de los brasileños, al punto de que ciudades se paren, literalmente.
El obispo Edir Macedo tiene una visión interesante sobre esa elección: “Es como alguien que dice:‘la Copa es del mundo, pero como yo no soy del mundo, estoy adentro del Ayuno de Jesús’, de esta cuarentena de fe que tendremos, porque nos volveremos hacia Dios, sumergiéndonos en el Espíritu Santo, buscando lo que Dios prometió, que es Su Santo Espíritu.”
No es que el fútbol, u otro deporte, tenga alguna culpa de algo malo. La Copa, este año, movilizará la atención de algunos. Pero la entrada de victoriosos en el Templo de Salomón tendrá la atención de otros. A los ojos del mundo, no acompañar la Copa parece una locura. Sin embargo, a los ojos de quien busca el Espíritu Santo para su vida, una victoria deportiva no parece tan grande.
Antes de todo, en una guerra, es necesario saber de qué lado estamos, y contra qué luchamos. Nadie lucha por luchar. No es una actitud inteligente. Del lado del mundo, no hay verdaderos victoriosos. Del lado de Dios, siempre hubo.
Elegir el “Ayuno de Jesús” muestra que la persona sabe de qué lado quiere estar. Muestra si quiere ser una vencedora en la vida, o simplemente tomar un poquito de la victoria deportiva de algunos jugadores en un campo verde, algo incluso bueno, pero temporario, que suma poco o nada, más allá de una satisfacción momentánea.
Todo ayuno espiritual es una cuestión de elección. ¿Ya decidió de qué lado usted quiere estar?
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