Mi Padre hasta ahora trabaja, y Yo trabajo. Juan 5:17
Jesús acababa de curar a un hombre el sábado, el día de descanso de los judíos. Por eso, los religiosos se enfurecieron. Y después que Él expresó el pensamiento de arriba, ellos se enfurecieron aún más, decididos a matarlo. ¿Por qué? Por haberse llamado Hijos de Dios.
Vamos a entender está cuestión del “Mi Padre hasta ahora trabaja”. Sabemos que después de la Creación, Dios descansó al séptimo día (Génesis 2:2). Desde entonces, nunca más fue mencionado que Dios descansó. En realidad, el descanso de Dios terminó con la caída del hombre y de la mujer en Génesis 3. A partir de allí, Él nunca paró de trabajar hasta ahora, con el esfuerzo de rescatar al ser humano de regreso hacia Él.
Jesús quería mostrar que no hay día de descanso para salvar a alguien que está perdido en sus sufrimientos y pecados. Incluso el sábado, el día de descanso, Él y el Padre estaban trabajando para salvar a alguien.
Todo trabajador merece por lo menos un día de descanso. Sin embargo, cuando se trata de la salvación, suya o de alguien, no hay sábado, domingo, día bueno o malo, cansancio o descanso, día o noche. En todo momento es momento de cuidar su alma o el alma de alguien. El día en que usted “descanse” espiritualmente, su alma se perderá. Y obviamente, las almas de los demás dejarán de ser su prioridad – así como sucedió con los religiosos.
Trabajar sin cesar en la salvación del prójimo y en el mantenimiento de la suya propia es una cualidad del verdadero hijo de Dios.
Aplicación: No le dé descanso a su fe. Manténgase siempre activo para mantener su salvación y salvar al prójimo.
¿Usted se toma “vacaciones” de Dios de vez en cuando? ¿Ya trabajó en su día u hora de descanso para salvar a alguien? ¿Conoce a alguien que está siempre dispuesto, trabajando como el Padre trabaja? ¿Y alguien que es religioso, listo para criticar a quien es de la fe, pero que no mueve un dedo por el prójimo?
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