El proceso de envejecimiento y el deterioro general de la columna vertebral pueden aumentar las posibilidades de desarrollar una hernia de disco. Las actividades repetitivas o una lesión de la columna vertebral también puede causar una hernia de disco.
Una de las causas típicas de la hernia discal es un esfuerzo mal realizado o no controlado a la hora de levantar peso.
El proceso mecánico típico por el que se producen las hernias discales es el siguiente:
1. Flexionamos el tronco hacia adelante para tomar algo pesado; la presión en la zona delantera del disco es mayor.
2. Cargamos un peso de cierta importancia y al hacerlo incrementamos la presión entre vértebras y por tanto sobre los discos.
3. Enderezamos la columna con el peso cargado; al ejecutar este movimiento la presión se traslada de la zona delantera del disco hacia la trasera, que es más débil.
Si la presión que tiene que soportar el anillo fibroso es suficientemente fuerte, puede ocurrir que el disco se rompa y se produzca una hernia de disco.
Si no empleamos la técnica correcta para levantar peso, arquearemos la espalda hacia atrás, aplicando una carga muy grande sobre la parte trasera del disco, y correremos riesgo de dañarnos la espalda.
¿Cómo levantar peso correctamente?
Use movimientos lentos y suaves. Los movimientos apurados y a tirones pueden esforzar excesivamente los músculos de la espalda.
Mantenga su cuerpo de frente al objeto mientras que lo levanta. Girar mientras levanta puede lesionar su espalda.
Mantenga la carga cerca de su cuerpo. Tener que levantar los brazos para alzar y cargar un objeto puede lesionar su espalda.
Para levantar un objeto debe colocarse frente a este, lo más cerca posible, separe los pies para mantener el equilibrio y tómelo fírmemente con ambas manos. Mantenga la espalda derecha mientras se agacha flexionando ambas rodillas. Trate de llevar la carga en el espacio entre su cintura y sus hombro. Esto esfuerza menos los músculos de la espalda.
Ni la medicina podía ayudarla
Isabel Ruiz durante cuarenta años experimentó dolencias en su cuerpo, si bien le practicaban estudios, los médicos no hallaban nada, decían que físicamente estaba bien. Así, llegó a tomar medicación psiquiátrica, pero no mejoraba, lejos de eso, los problemas en la salud repercutían en otras áreas. Se separó, cerró los negocios y deambulaba por la calle, entonces comenzó con problemas en la columna.
En esos momentos conoció la Universal y aprendió a usar su fe. Consiguió un trabajo pero seguía con problemas de salud. A través de los estudios le detectaron una hernia de disco con pronóstico complicado, los médicos no le daban un panorama alentador, en poco tiempo esta hernia discal le limitaría sus movimientos en un gran porcentaje.
“En ese entonces iba y venía a la iglesia. Ante esta noticia decidí hacer las cosas bien, comencé a participar de todas las reuniones determinada y Dios me curó. A partir de ahí me puse firme con Dios y fui completamente libre de todo lo que me hacía sufrir. Hoy soy una mujer sana y feliz”.
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