… porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. Lucas 12:48
Dios demandará de nosotros según nuestra capacidad. Esa es la esencia de este Pensamiento de Jesús.
Eso se confirma en otros pasajes bíblicos. Uno de los principales es la Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30). Contrariamente a lo que muchos enseñan, Dios no va a pasar Su mano por la cabeza de nadie en lo que respecta a sus responsabilidades y capacidades. Esa idea de que Dios perdonará, será compasivo y misericordioso, se aplica solo al pecador ignorante que se arrepiente. Pecó por desconocimiento. Pero para el pecador consciente, que decidió insistir en su error o que fue relajado con sus responsabilidades, no habrá perdón, compasión ni misericordia.
Pero existe un agravante. Ni los totalmente ignorantes saldrán ilesos, note lo que dijo Jesús al principio del Pensamiento de hoy “Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco…” Quiere decir que incluso el que pecó por ignorancia (no sabiendo la voluntad del Señor), será castigado – aunque menos que el que pecó conscientemente.
La ignorancia no es una excusa cuando el conocimiento está a su alcance. La Biblia dice que la incredulidad del ser humano no tiene disculpa pues la propia naturaleza anuncia la existencia de Dios (Romanos 1:20; Salmos 19:1-4) Solo no cree en Él quien no piensa o escoge ignorarlo.
Dios espera resultados de nosotros. Resultados en términos de obediencia, creencia, ejemplo, buenos frutos, crecimiento, multiplicación, desarrollo según los talentos y la capacidad que nos confió. Como un padre que invierte en la educación del hijo, un patrón que capacita a su empleado, un agricultor que siembra la tierra – Dios espera Su devolución. Él ha invertido en nosotros, ha sembrado Sus pensamientos en nuestro corazón, nos ha entrenado para las batallas de la vida. Tenemos la capacidad y el conocimiento. Y cuanto más tenemos, más debemos producir.
No le quepa duda: a usted le será demandado.
Aplicación: Exija resultados de usted mismo pues usted tiene capacidad. No se permita dar excusas, pues Dios no las aceptará – ni en los casos de ignorancia.
¿Cuáles son los resultados que usted ha producido según sus talentos, conocimientos y capacidad? ¿Usted acostumbra a usar la ignorancia como disculpa (“yo no sabía…”)? ¿Qué piensa de las personas que no producen resultados y se acomodan?
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