Dos sonrisas optimistas son estampadas en una selfie posteada en una red social. Es una imagen sin pretensiones de un hijo acompañado por su madre, a bordo del vuelo MH17 de Malaysian Airlines.
Mientras esperaban que el Boeing 777 despegue, Gary Slok, de 15 años, y su madre, Petra Slok, posaron para una foto que fue enviada a un pariente. El joven era el arquero del equipo de fútbol de su ciudad, Maassluis, en Holanda, y estaba de vacaciones. El vuelo iba de Ámsterdam, capital holandesa, a Kuala Lampur, en Malasia. Sin embargo, no imaginaban que ese sería su último registro antes de que el avión sufriera el ataque de un misil, lanzado del suelo por separatistas pro-rusos, a causa de las divergencias políticas que suceden en Ucrania, según informaciones de las investigaciones norteamericanas sobre el incidente. Habían 298 personas a bordo, entre pasajeros y tripulantes. Todos murieron.
El avión cayó en la región de Donestek, territorio fronterizo entre Ucrania y Rusia. El lugar es escenario desde noviembre del 2013 de protestas y conflictos violentos involucrando a la población y al Gobierno, a causa de la decisión del presidente en la época, Viktor Yanukovych, de negarse a involucrarse con la Unión Europea, prefiriendo acercarse a Rusia. Yanukovych alegó que estaría siendo presionado por el gobierno ruso para tomar esa decisión bajo la amenaza del corte de suministro de gas para la región, además de otras medidas proteccionistas que serían promovidas por los rusos, en el caso de que no actuaran. Posteriormente, Yanukovych fue derrocado por el pueblo a través de manifestaciones. Desde entonces, las imágenes vistas en el territorio ucraniano se asemejan a escenario de terror armado.
Nadie sabe cuándo llegará el fin
Ninguna persona es capaz de anticipar el momento en el cual encontrará la muerte; así como el joven Gary y su madre jamás se imaginaban que eso podría ocurrir poco tiempo después de posar para la foto – tal vez estuvieran incluso entusiasmados con el viaje de vacaciones y haciendo planes para cuando llegaran al destino. En general, a las personas no les gusta pensar en su propia muerte y evitan hablar sobre eso, a causa del gran temor que rodea el tema. Incluso, algunos no saben qué esperar cuando llegue. “¿Será que existe el infierno?”; “¿Será que existe el cielo?”; “¿ A dónde iré?”; estas son algunas de las dudas que atormentan cuando se reflexiona sobre el tema. Sin embargo, es importante comprender que el infierno es real (así como el cielo también). En la Biblia está escrito: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 6:23
En ese pasaje, podemos notar que el infierno existe (aunque no podamos verlo; y no es aquí en este mundo, sino en un lugar espiritual), y Dios no quiere que nuestro destino sea ese lugar, por eso nos advierte la importancia de buscar la vida eterna en Jesucristo, para que así seamos salvos. El Señor Jesús no solamente puede garantizar la Salvación Eterna sino que también desea bendecir a Sus hijos en este mundo, promoviendo la cura de enfermedades, la prosperidad económica, la liberación de vicios, del sufrimiento, de la depresión y del deseo de suicidio. Él quiere y puede ofrecerle una vida completa y realizada, para que usted también esté completo.
Entonces, en el caso de que desee aprender cómo encontrar a este Dios maravilloso, participe de la Noche de la Salvación en la Universal de Av. Corrientes 4070 o en una iglesia más cercana a usted. Vea la dirección en www.universal.org.ar/direcciones.
[related_posts limit=”12″]