En una encuesta realizada recientemente y divulgada en internet, famosos y anónimos respondieron a la siguiente pregunta: “¿Qué es el infierno para usted?” De acuerdo con el resultado del análisis, mientras algunos de los entrevistados le atribuyen a la palabra infierno un significado religioso, otros creen que este está en lo cotidiano, en el tránsito o en las injusticias sociales.
Y usted, ¿qué respondería al ser cuestionado sobre esto?
De acuerdo con la Biblia, el infierno va mucho más allá de las cosas cotidianas que nos hacen enojar, que nos desagradan, o que, muchas veces, nos hacen perder la paciencia. Es un lugar de total oscuridad, con llamas que arden, pero que no queman, con gusanos que nunca mueren. Es un destino sin regreso, en el cual el dolor que es sentido tiene una intensidad nunca antes vivida, que lleva al lloro y al crujir de dientes todo el tiempo.
Pero lo que muchos deben preguntarse al leer este texto es: “Pero, ¿cómo un Dios que se dice tan amoroso puede haber creado un lugar tan terrible? ¿Acaso Él tiene el coraje de dejar que algún ser humano vaya hacia allá? ¿Tiene sentido que alguien que dio a Su único Hijo por nosotros condene a las personas por toda la eternidad?
Lo que sucede es que la elección no es de Él, es nuestra.
El infierno no fue hecho para nosotros
En toda la Biblia es posible ver a Dios advirtiendo sobre las consecuencias de una vida lejos de Su Presencia. El mayor deseo de Dios es tener a las personas cerca Suyo, tanto aquí en la Tierra, como por toda la eternidad.
La Biblia no dice que Él manda a las personas al infierno, porque el mismo no fue hecho para el ser humano. Este está destinado para el diablo y sus ángeles, como está escrito: “… Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” (Mateo 25:41) Pero, a causa del pecado, el hombre se apartó de Dios, que, a causa de Su Santidad, ama al pecador, pero no tolera el pecado.
Muchos creen que el Dios de amor no debería dejar que las personas vayan a ese lugar, pero el hombre tiene libre albedrío.
La decisión más importante de su vida
Muchos dicen que el infierno es aquí en la Tierra (como constató la encuesta citada al principio de este texto) y no logran concebir la idea que exista un lugar de tanto tormento. Alegan que el uso de la palabra “infierno” es un error de traducción y de interpretación bíblica, es un instrumento de manipulación y dominación religiosa. Pero la verdad es que hablar sobre el infierno es abordar una realidad que incomoda, y, en este instante, millones de personas están yendo hacia allá, pues, el infierno nunca se llena. (Proverbios 27:20)
No es Dios quien manda a las personas hacia el infierno, nosotros somos los que decidimos si vamos a pasar la eternidad allí o no. Claro que nadie en sana consciencia va a decir: “quiero ir al infierno”. De lo que las personas se olvidan es que sus elecciones diarias pueden conducirlas a un lugar en el que no querían estar.
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” Mateo 7:13-14
Todo sacrificio hecho en la vida compensará una eternidad al lado del Señor Jesús.
Si quiere aprender cómo hacer buenas elecciones, que lo conducirán a esta eternidad formidable, participe de la Noche de la Salvación, que se realiza todos los miércoles, en la Universal. Acceda a www.universal.org.ar/direcciones y encuentre la Universal más cercana a usted.
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