La familia de Ana María González estaba viviendo una grave situación, los problemas de salud fueron provocando otros problemas; la economía fue seriamente afectada y las agresiones en el matrimonio no tardaron en aparecer.
A ella le habían diagnosticado cáncer de tiroides terminal, los médicos le dieron seis meses de vida. Esto desató el mayor conflicto en la familia, por un lado los problemas económicos surgieron y por otro comenzaron las agresiones verbales y físicas. “El costo del tratamiento era muy alto, no podía afrontarlo, llegamos a vender los muebles de casa para comprar remedios”, cuenta ella.
La desesperación era enorme, su esposo, abrumado, intentó matar a toda la familia para luego suicidarse porque no veía una forma de salir adelante. Fueron momentos críticos.
En esa situación la familia recibió una invitación para participar de las reuniones de la Universal y tomaron la decisión de acercarse. A través de las orientaciones comprendieron que era posible un cambio.
“Perseveramos en las reuniones de liberación y por la familia y poco a poco nuestras vidas fueron transformadas. Al usar mi fe fui curada del cáncer de tiroides. Mi sanidad fue una sorpresa para los médicos. El matrimonio fue bendecido, nuestra relación cambió y la familia está unida. También la situación de miseria se acabó. Hoy sé lo que es el significado de la palabra felicidad”, asegura sonriendo junto a su esposo.
Ellos concurren a la Universal en Sarmiento 877, Concordia, Entre Rios.
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