La indignación no surge sin motivo, de la nada o como una buena idea. Antes, nace de una reacción violenta contra una injusticia sufrida.
Al contrario de los acomodados en la fe, los indignados buscan sus derechos adquiridos en la cruz con garra, determinación y osadía.
Van por el todo o nada, vida o muerte delante de Dios que había hecho promesas a Abraham, Isaac e Israel, con juramento.
Los indignados nutren en si un espíritu de indignación de la injusticia sufrida y rechazan continuar viviendo así. Prefieren la muerte.
El ejemplo de Abraham que, cansado de tanto esperar, finalmente dijo al Señor:
– Señor Dios, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo…? Génesis 15:2;
De Moisés, al responder:
– Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal. Números 11:15
De Gedeón:
– si el Señor está con nosotros , ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado… Jueces 6:13.
Cada uno había llegado al límite de la desesperación. No temieron por sus vidas ni de sus respectivas familias. Era todo o nada.
Delante de eso, ENSEGUIDA vino; la respuesta:
Para Abraham:
Luego vino a él palabra del Señor, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Génesis 15:4-5.
Para Moisés, respondió inmediatamente:
Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel… Números 11:16.
Para Gedeón, dijo:
Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de la mano de los madianitas… Jueces 6:14.
La naturaleza del falto de justicia es la indignación. Carga en sí odio contra el causador de las injusticias.
La Hoguera Santa de Israel es para los indignados.