La inflamación de la vesícula biliar se produce porque un cálculo biliar y con menor frecuencia un tumor o un parásito obstruye el conducto de salida de la misma. La vesícula biliar es una víscera hueca de unos 5 o 7 centímetros adherida a la cara inferior del hígado, cuya misión principal es almacenar bilis y conducirla hasta el duodeno a través de los conductos cístico y colédoco durante la digestión.
La colecistitis aguda se produce por la dilatación de la vesícula, generalmente se debe a la presencia de uno o varios cálculos biliares que obstruyen los conductos de salida. La vesícula dilatada puede ser colonizada por gérmenes procedentes del tracto digestivo y dar lugar a infección.
La colecistitis crónica se produce por episodios repetidos de colecistitis aguda. Las paredes de la vesícula se hipertrofian de forma progresiva por lo que la luz de la vesícula se reduce y pierde su capacidad para almacenar bilis.
La presencia de cálculos puede ser asintomática, sin embargo puede presentar dolor agudo y persistente, moderado-intenso localizado en el hipocondrio derecho, náuseas, vómitos e inquietud. En caso de infección de la vesícula puede aparecer fiebre, malestar general e ictericia.
El diagnóstico es realizado por el médico en la consulta en el centro médico u hospital y se basa en la exploración física del paciente, la sintomatología que presenta y el resultado de los estudios complementarios que se realicen entre los que se destacan un análisis de sangre que permite detectar alteraciones de la función hepática y/o biliar, una radiografía, una ecografía o una tomografía de abdomen que permiten visualizar un aumento del tamaño de la vesícula biliar o la presencia de cálculos biliares en su interior o una colangiografía retrógrada que permite localizar el lugar exacto donde se localiza el cálculo.
El tratamiento requiere ingreso hospitalario e incluye tratamiento farmacológico en la fase aguda con analgésicos para el control del dolor, antibióticos para el control de la infección y sueroterapia; tratamiento quirúrgico para la extirpación de la vesícula biliar por laparoscopia en la mayoría de los casos o por cirugía abierta en los casos con complicaciones. La perforación de la vesícula biliar es una urgencia médica que requiere de cirugía abierta urgente con extirpación de la vesícula.
“Mi vesícula funciona perfectamente”
A Carmen González todo lo que comía le caía mal, cuando fue al médico le dijeron que ese malestar se debía a que tenía la vesícula dilatada. “A pesar de tomar remedios, el dolor no desaparecía y mi salud empeoraba”, recuerda.
También sufría con dolores de cabeza constantes, insomnio y malestar en todo el cuerpo. Incluso atravesó un período depresivo en el que no quería salir de su casa. “Todos los días estaba triste, no quería hacer nada en casa. Vivía nerviosa, con mal carácter, por eso muchas veces maltrataba a mis familiares”.
Cuando llegó a la Universal participó de las reuniones y terminó con su sufrimiento. Venció la depresión, usó su fe para ser sanada completamente y lo logró. Su vesícula funciona a la perfección, ella afirma: “puedo comer cualquier cosa y ya no tengo que tomar remedios gracias a Dios”.
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