Los opuestos se atraen. Puede parecer un cliché, pero es verdad para muchos matrimonios. Sentir atracción por alguien que tiene una forma de ser completamente diferente a nosotros es normal. Convivir con lo diferente sirve para aprender aquello que falta en nosotros mismos y esa interacción debe ser provechosa para los dos. En esta edición de La Escuela del Amor Responde, la pareja de conductores Renato y Cristiane Cardoso, aclara las dudas de Mariana y las de una persona que prefirió el anonimato, a quien llamaremos “Amiga”.
Mariana – Estuve casada durante seis años. Terminamos peleando y nos separamos. Encontré otra persona y me casé nuevamente. Tengo una hija del primer matrimonio. De unos días a esta parte, mi ex y yo comenzamos a acercarnos nuevamente y él me pidió volver a estar juntos. Yo lo quiero, pero ahora no sé qué hacer.
Renato – Usted está casada por segunda vez y ahora quiere volver a su primer marido. Yo creo que usted no debería estar casada con nadie. Creo que la mejor solución sería que usted esté sola, en el caso que usted no tuviera una hija. Porque el gran problema está dentro de usted. Primero, usted huye de su primer matrimonio a causa de una pelea. Ignora que el matrimonio es difícil. El matrimonio va a exigir de usted paciencia, va a probar sus virtudes, va a exponer sus defectos, va a exigir que aprenda a administrar problemas y que aprenda a mejorar como persona. Ahora, usted repite eso en su segundo matrimonio, quiere volver a su primer marido y arruinará nuevamente la relación si regresa. El problema es usted. Es confusa, indecisa. No es saltando de matrimonio en matrimonio que resolverá ese problema. Está siendo irresponsable con la hija que tiene. Está causando un perjuicio para la niña. Ella no tendrá referencia de padre. Pensará así: “Hoy, él es mi padre; mañana, mi padre es otro.” Las personas perdieron el juicio, van tomando actitudes e hiriendo a los demás sin ninguna consideración.
Cristiane – Usted quiere saber qué hacer. Volver a su ex es una equivocación porque está casada con otra persona.
Lo que tiene que hacer es limitar el contacto con su ex, ya que eso no le está haciendo bien, porque él no es confiable por ahora. Él está trayendo sentimientos que usted no debería tener. Usted tiene que invertir más en su matrimonio con su actual marido. Lea el libro Matrimonio Blindado. Busque estar más atenta a su marido, eso es hacer lo correcto. Lo equivocado es volver a su ex, abandonar su matrimonio y decepcionar nuevamente a otro hombre, a su hija y a usted misma.
Renato – Usted tiene que resolver ese problema dentro de sí. No es cambiando de compañero y de relación que va a resolver ese problema. Su problema está en su interior. No intente cambiar de matrimonio antes de resolver lo que tiene dentro de sí. Esa indecisión, ese hábito de huir del problema, de creer que el problema está en la otra persona y no en usted.
Cristiane – Usted es el tipo de persona que siente una cosa y ya quiere hacer algo al respecto. Sintió un poco de atracción por su ex y ya quiere volver a él.
Amiga – Tengo 21 años y estoy enamorada de un muchacho de 24 años hace un año y cinco meses. Planeamos casarnos en 2015. Él tiene una personalidad demasiado calma, es tranquilo, casero y tímido. Yo soy lo opuesto a él. Un día me enojé por algo muy pequeño y discutimos. Se fue y pasaron más de 15 días sin hablarme. Se transformó en una persona sumamente orgullosa. Casi terminamos, hasta que, sobre el final de la discusión, me abrazó y me pidió que yo parase con ese tema, ya que me amaba, pero no resolvimos el problema. Mi mayor miedo es que esa diferencia pueda traer serios problemas cuando nos casemos. Por otro lado, pienso si no le estoy dando mucha importancia a las cosas que podría pasar por alto.
Renato – Es muy común que le guste una persona que es lo opuesto a usted. Porque esa persona presenta características y cualidades que le faltan. La novedad, aquel equilibrio que esa persona le ofrece, se vuelve atractiva. A veces, ni siquiera sabe por qué. Usted es una muchacha inquieta, vive a 200 quilómetros por hora. De repente, con su compañía se tranquiliza; le da un momento de paz a su rutina agitada y viceversa. Él también pudo haberla querido exactamente por el contrapunto, por la agitación que le trae a su vida.
Cristiane – Los opuestos se atraen. Yo raramente veo un matrimonio donde son iguales. El problema de ella, no es realmente un problema, pero las personas hacen de eso un problema. Imagínese si los dos fueran inquietos, a 200 quilómetros por hora. Ninguno tendría tiempo para ninguno en esa relación. Sería una ansiedad total, día y noche. Alguien tiene que ser la persona que va a decir: “Todo va a salir bien. Mañana pensamos en eso”.
Renato – Claro que existen dificultades porque, al mismo tiempo que la diferencia es un atractivo, en los momentos que los problemas necesitan ser resueltos, la persona que es inquieta va a querer resolverlos al instante, pero la persona que es más calma dirá “Hablaremos de eso después” y así comienzan las fricciones.
Cristiane – A veces, la persona agitada quiere resolver el problema en ese momento, pero existen momentos que no son adecuados para solucionar ciertos problemas.
Renato – Ella quiere imponer su personalidad y vice-versa. De esa forma se hace difícil, no es que se vuelva una imposibilidad. Si fuera así, la mayoría de los matrimonios fracasaría. Las personas necesitan lidiar con esas diferencias.
Cristiane – Como usted misma lo dijo, el problema era pequeño. Usted hizo una tempestad en un vaso de agua. Probablemente, lo que hizo fue faltarle el respeto, porque es muy común que una persona inquieta le falte el respeto al calmo.
Renato – El calmo irrita al inquieto y el inquieto le falta el respeto al calmo. Es lo que normalmente sucede. Usted pasó los límites, dijo algo y él reaccionó de esa forma. No estoy diciendo que él esté en lo correcto, pero usted tampoco es inocente en esta historia. Dijo que él la abrazó, pero que no resolvieron el problema que comenzó todo.
Respondiendo a la pregunta de si le está dando mucha importancia a algo que podría pasar por alto, yo digo que, con seguridad, eso está sucediendo, como ya lo sospechó. El problema podrá continuar si ustedes se casan y si usted o él insisten en hacer del otro una copia de sí mismos. Mientras usted entienda que él es diferente, aproveche las diferencias, comprenda que fue programada desde la infancia de una forma y él de otra, acepte sus cualidades buenas e influencias y pase por alto las otras diferencias, no tendrá problemas.
Cristiane – Cuide no faltarle el respeto porque, con su forma de ser, acostumbra faltarle el respeto a las personas que no son como usted. Ambos deben saber sacar provecho de la manera de ser del otro. En algunos momentos su forma de ser será mejor; en otros la manera de ser de él será la mejor.
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