El cigarrillo mata. El mundo se ha dado cuenta de ello hace ya bastante tiempo. Sin embargo, todos los días hay nuevos consumidores que se incorporan al mercado (la mayoría de ellos muy jóvenes), y las tabacaleras hacen su negocio multimillonario.
El tabaquismo está asociado al cáncer de pulmón y a la gran mayoría de las enfermedades obstructivas pulmonares crónicas; pero también es causa de cáncer de labio, lengua, boca, faringe, laringe y esófago. Además tiene asociación con enfermedades del sistema circulatorio, entre los más frecuentes, ACV (accidente cerebro vascular) y ataque cardíaco.
La nicotina es el componente más conocido popularmente. Se trata de un alcaloide, es decir, un compuesto orgánico, formado por carbono, hidrógeno y nitrógeno, que afecta directamente la respuesta de nuestro cerebro (los alcaloides suelen tener un efecto potente en el ser humano, otro buen ejemplo de esto sería la cafeína). Al ingresar al organismo, la nicotina aumenta el nivel de un neurotransmisor llamado dopamina, que es el compuesto químico que se asocia con la sensación de placer; pero como esto sucede por un tiempo muy corto, se genera la adicción.
Entendemos por qué el cigarrillo es tan adictivo, ¿pero de qué forma se transforma en algo tan nocivo para la salud?
Al fumar, la nicotina se absorbe por la piel, las mucosas de la boca y la nariz, finalmente por inhalación va a los pulmones, y con ella, ingresan al organismo más de 60 compuestos cancerígenos. Pero también en el humo del tabaco se han encontrado más de 4000 sustancias tóxicas, entre ellas, monóxido y dióxido de carbono, amoníaco, arsénico y cianuro de hidrógeno, esto se debe a que, al prender un cigarrillo, se alcanza una temperatura aproximada de 1000ºC, generando complejas reacciones químicas que transforman los compuestos originales en veneno.
Diversos estudios han demostrado que el fumador pasivo está sometido a las mismas consecuencias que aquellos que fuman voluntariamente, y esto se ve reflejado en la preocupación de una gran parte de los países del mundo en legislar en esta materia.
Si nunca fumaste, tenés miles de motivos para no hacerlo. Y si actualmente sos un fumador, es importante saber que podés recuperar tu calidad de vida y cuidar también a aquellos que te rodean. Superar una adicción no es fácil, requiere mucha determinación, pero con Dios todo es posible.
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