El desayuno es primordial para los niños, pues ese primer alimento del día les da la energía necesaria para mantenerse activos, con ganas de aprender y jugar toda la mañana. Pero para las mamás y papás que andan de prisa por las mañanas para no llegar tarde al trabajo, servirles un desayuno saludable a sus hijos puede resultar un poco complicado.
Afortunadamente, para eso existen los cereales. Y es que según un reciente estudio, los niños que acostumbran desayunar cereales tienen una alimentación más saludable que aquellos que se saltan la primera comida del día o aquellos que toman otro tipo de desayuno.
A veces, los cereales listos para comer son cuestionados por su elevado contenido en azúcares, pero “muchos son ricos en nutrientes, están fortificados con vitaminas y contienen granos integrales con fibra agregada”, según explica Carol O’Neil, coautora del estudio de la Universidad del Estado de Louisiana.
El equipo de O’Neil estudió a casi 10,000 niños de entre 9 y 18 años, que habían participado en la encuesta National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) entre 1999 y el 2006.
El 20% de los niños de entre 9 y 13, y casi un tercio de los niños de entre 14 y 18, no desayunaban. El estudio reveló que el hábito de comer por las mañanas comenzó a disminuir a medida que los niños crecían. Y, al llegar a la etapa de la secundaria, casi un tercio de los chicos dejaba de lado la primera comida del día.
“Se preocupan por el peso y piensan que si saltan esa comida ingieren menos calorías en el día; en realidad, empiezan a sentir hambre y comen snacks con más calorías y menos nutrientes”, explicó O’Neil. ¿Cuántos ‘snacks’ comen tus hijos al día?
Saltarse el desayuno no sólo es malo a nivel nutricional, sino que puede provocar desafíos futuros para la salud, de acuerdo con lo publicado en el Journal of the American Dietetic Association.
Tras analizar lo que habían comido los niños durante 24 horas, el equipo halló que los que consumieron cereales listos para comer tenían “perfiles de consumo de nutrientes más favorables” y un peso más recomendable que los que no desayunaban u optaban por “otros desayunos”.