Mujeres de toda la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense participaron tanto el sábado 25 como el domingo 26 de octubre de la Fiesta de los Tabernáculos en el Templo de la Fe, en Almagro, mientras que el evento era transmitido en vivo a todo el país, totalizando unas 32 mil mujeres participantes.
Fue un evento largamente esperado por todas las mujeres del país, que se prepararon durante varias semanas para participar de la fiesta.
La señora Lucelaine comentó el porqué de la Fiesta: “El amor de Dios por nosotras ha sido mucho mayor de lo que usted ha podido imaginar. Quizás a nadie le importa lo que le pase, sin embargo a Dios usted le importa mucho más de lo que piensa y por eso nos regala estos momentos”.
A continuación explicó cuál es el motivo por el cual la vida de muchas mujeres no cambia: “Una mujer, cuando está llena de la presencia de Dios, lleva a muchas personas al Reino de Dios, sin importar la edad que tenga. Porque lo que lleva a una persona a buscar a Dios es ver un cambio interior en el otro.
En esta fiesta se celebra la salida del pueblo de Dios de la esclavitud. Ellos llevaron consigo las cosas que aprendieron en Egipto. Hoy, en la mayoría de los casos, usted también trae consigo cosas que aprendió mientras estaba en el mundo. Usted debe darse cuenta qué es lo que Dios quiere y quitar de su vida todas la cosas del mundo que acarrea consigo.
Lo primero es la inconstancia. La mujer que es inconstante se mueve basada en los sentimientos. Un día está de diez, feliz y alegre, pero al otro día, por un motivo cualquiera, se deprime y no tiene ni ganas de venir a la iglesia.
En segundo lugar está el miedo. Hay mujeres que tienen miedo de todo. Son inseguras, dependen de los demás para hacer las cosas.
Estos son síntomas de que salieron del mundo, pero todavía quedan cosas del mundo en ellas. Por este motivo no llegan adonde Dios quiere que lleguen. En el pasado, más de tres millones de personas salieron de Egipto, pero de ellas, solamente dos entraron a la Tierra Prometida.
¿Por qué las mujeres no quieren hacer las cosas como Dios manda? Porque quieren hacerlas a su manera y mientras sea así, nada sucederá. Pasarán los años y nunca entrarán a la Tierra Prometida, nunca tendrán la calidad de vida correspondiente a una hija de Dios, no serán fuertes, ni decididas, y cualquier cosa las alejará de Dios.
En estos días estuve pensando cuál es la raíz del sufrimiento de tantas mujeres, y encontré una única respuesta: no nacieron de Dios.
¿Cómo se nace de Dios? Queriéndolo más que cualquier otra cosa. Muchas sufren, pasan los años, pasan las reuniones y la vida no cambia. Usted tiene una oportunidad de cambiar hoy, aprovéchela. Nadie va a cambiarle la vida, sino su propia decisión. Nadie puede hacer esto por usted, es usted misma la que debe hacerlo”. Luego oró por las mujeres que reconocieron la necesidad que tenían de nacer de Dios y decidieron entregarse a Él.
A continuación, un grupo de esposas de pastores presentaron una coreografía con música y vestimenta típica hebrea.
Luego fue el turno del grupo de baile de Godllywood, que presentó otra coreografía alusiva a la liberación del pueblo judío de la esclavitud en Egipto.
Por último, se presentó una obra de teatro con un mensaje para las mujeres, haciéndolas reflexionar sobre las palabras que recibieron en la reunión.
Finalmente, todas recibieron un recuerdo de la fiesta para llevar a sus hogares, una espiga de trigo que representa la prosperidad, la abundancia en la cosecha, porque Dios nunca falla en la vida de nadie.
En la última oración, las mujeres agradecieron a Dios por la reunión y por la oportunidad que tuvieron de entregarse a Él y comenzar una nueva vida.
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