Cuando uno piensa en la relación madre– hijo aparecen en la mente escenas de felicidad compartida, llenas de cariño y amor. Sin embargo, lo que unía a esta madre y a su hijo era la venta de drogas.
En la ciudad de Santa Fe, más precisamente en el barrio Altos de Noguera, la policía detuvo a una mujer y a su hijo por presunta venta de drogas en un allanamiento realizado en su casa. Cuando los efectivos irrumpieron en la vivienda, hallaron a la mujer con una licuadora encendida moliendo picadura de marihuana y a su hijo, fraccionando la droga para la fabricación de los porros.
La mujer atendía una despensa en el frente de su casa y la Policía sospecha que era una pantalla para su verdadera actividad, la venta de drogas en el barrio.
“Me drogaba con mi madre”
El pastor John Quintero, hoy está libre de los vicios y ayuda a las personas que quieren dejar las adicciones, él sabe lo que es drogarse junto a su madre, porque de joven lo hacía: “En el colegio, por curiosidad, probé la marihuana sin saber que me llevaría a un infierno que duró once años. Fui vendedor de pasta base, pero también caí en ella. En un principio sustentaba el vicio con lo que vendía, pero cada vez aumentaba mi consumo, robaba en casa y luego vivía en la calle donde todo los días consumía todo tipo de drogas. Consumí marihuana, hachís, pasta base, alucinógenos, pastillas y lo que colmó el vaso fue el crack, llegué al punto de no medir las consecuencias de lo que hacía. Perdía la noción del tiempo y de quien era.
Así me involucré más y más con las drogas y las malas amistades, al punto de consumir con mi propia madre. El crack mató a mi mamá, yo la vi muriéndose en una cama, tenía cáncer, era piel y huesos por culpa del crack”, recuerda. Hoy, gracias a las reuniones de la Universal, él está libre de los vicios y dedica su vida a ayudar a las personas que no saben cómo salir de las adicciones, sin importar cuáles sean.
Todos los domingos a las 15, en Av. Corrientes 4070, Almagro, él lo espera para ayudarlo a vencer.
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