Ante una situación financiera difícil o cuando se busca comprar un bien de alto valor, una de las soluciones más tentadoras es recurrir a un préstamo, pero la opción del crédito fácil puede no ayudarle a poner su vida en orden.
Si por un lado el crédito ayuda en la compra de bienes, por otro, puede causar un descontrol financiero. Antes de firmar cualquier contrato es necesario planificar. Busque información sobre el préstamo que necesita y analice la oferta disponible. No haga nada por teléfono, vaya al banco.
Busque saber con seguridad el monto de cada cuota, cuánto dinero terminará devolviendo y cuáles son las opciones de precancelación del préstamo.
Otra práctica que no es recomendable en absoluto es “prestar” el nombre. Muchos sacan un préstamo a su nombre para un familiar o compañero de trabajo y luego sufren embargos en su sueldo o se ven impedidos de concretar sus propios proyectos por culpa de otro.
¿Qué hacer? Trace objetivos y luche para alcanzarlos. Haga su planificación financiera, con objetivos definidos. Si va a comprar algo, piense primero si es necesario e importante para su felicidad y calidad de vida. Junte dinero para comprar ese bien, evitando endeudarse.
Resultados de la cadena de los días lunes
Miguel: “Trabajo como empleado de seguridad y me humillaban mucho. Trabajaba pero no me pagaban lo que correspondía, entonces quise cambiar de empresa. Fui a un montón de entrevistas pero no me tomaban. Veía como incorporaban a personas sin experiencia, siendo que yo tengo 13 años trabajando en el área.
Perseveré en el Congreso para el Progreso y gracias a haber recibido la Dirección de Dios pude cambiar de empresa y me ascendieron, tengo personas a cargo y mi sueldo es mayor”.
Gabriela: “Mi empresa estaba al borde de la quiebra. Me habían estafado, tenía juicios en contra y no sabía cómo iba a hacer para pagarle al personal. Hasta tuve que vender mi casa para pagar algunas deudas.
Empecé a participar del Congreso para el Progreso, recibí la Dirección de Dios y así cambiaron las cosas. Mi empresa se levantó y necesito contratar más personal, estoy inaugurando una nueva área de producción porque tengo mucha gente interesada en mis productos, gracias a Dios”.
Romina: “Tuve una infancia y una adolescencia marcada por la humillación de no tener para comer ni vestir. Con mi familia vivíamos en una sola habitación, le debíamos plata a los vecinos. Yo me consideraba culpable de los problemas en mi casa, pensé en matarlos y suicidarme.
En el Congreso para el Progreso recibí la Dirección de Dios y al poco tiempo conseguí trabajo, me recibí de Licenciada en Relaciones Laborales, pagué las deudas, tiré abajo mi casa, y la reconstruí como quise. Tengo mi auto 0 Km y voy por más, no me conformo”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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