Inercia, una ley básica de la Física, explica que todos los cuerpos son “perezosos” y no desean modificar su estado: si están en movimiento, quieren seguir en movimiento; si están parados, no desean moverse.
El principio de la inercia puede ser observado en el movimiento de un autobús.
Cuando el autobús “arranca” a partir del reposo, los pasajeros tienden a desplazarse hacia atrás.
De la misma manera, cuando el autobús en movimiento frena, los pasajeros se desplazan hacia adelante, tendiendo a continuar con la velocidad que poseían. La inercia se refiere a la resistencia que un cuerpo ofrece a la alteración de su estado de reposo o de movimiento. (Fuente: Wikipedia)
En otras palabras: todo se resiste al cambio.
Sabemos que a causa de la Ley de la Inercia, si queremos mover un objeto, tenemos que aplicar una fuerza mayor a la resistencia que el objeto ofrece. Si queremos parar un objeto en movimiento, tenemos que ofrecer una resistencia mayor a la fuerza que el objeto presenta.
Es decir: todo cambio requiere una fuerza mayor a la resistencia ofrecida.
En la vida no es diferente. Todo lo que usted quiere cambiar en su vida, le ofrece una resistencia. Si usted quiere cambiar su vida económica, su matrimonio, su salud, su empresa, su desempeño, su vida espiritual – usted sufrirá resistencia. Por lo tanto, el cambio solo puede suceder cuando usted aplique más fuerza que la resistencia.
Si las cosas aún no cambiaron para usted, es porque no se aplicó la fuerza suficiente para vencer la inercia de la situación.
Esto es una ley, y no hay como escaparse de ella. Lo mejor que usted puede hacer es reunir las fuerzas necesarias para superar la inercia de sus problemas.
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