El Síndrome de Down, o trisomía del par 21, es una alteración genética causada por un error en la división celular durante la división embrionaria. Los portadores del síndrome, en vez de tener dos cromosomas en el par 21, tienen tres. Las alteraciones provocadas por el exceso de material genético en el cromosoma 21 determinan las características típicas del síndrome.
Los niños con Síndrome de Down necesitan ser estimulados desde su nacimiento para que puedan vencer sus limitaciones. Por el hecho de tener necesidades específicas de salud y aprendizaje, exigen asistencia profesional multidisciplinaria y atención especial de los padres. El objetivo debe ser siempre estimularlas para la convivencia y la participación social.
Como todo niño, necesitan cariño, una alimentación adecuada, cuidados en la salud y un ambiente acogedor.
El prejuicio y la discriminación son los peores enemigos de los portadores del síndrome. el hecho de presentar características típicas y algún compromiso de su capacidad intelectual no significa que tengan menos derechos o necesidades.
Es importante encaminar, desde pequeños, a nuestros hijos a lidiar con la diversidad y la mejor forma de hacerlo es siendo un ejemplo. Si los padres no saben cómo orientarlos, comparto algunas recomendaciones para lidiar con niños con alteraciones genéticas:
– Lo ideal es actuar de la forma más natural posible, aunque la situación no sea “natural” por el desconocimiento o la inexperiencia.
– No sienta ni demuestre pena, enseñe a su hijo a tratar al niño como a cualquier otro.
– Busque actividades que ambos tienen en común, como jugar a la pelota, mirar TV…
– No diga que el Síndrome de Down es una enfermedad. Puede decir que es apenas una característica que algunas personas poseen.
-Deje en claro que, incluso con alguna dificultad en el habla, los chicos con el síndrome pueden entender todo.
– Y, por último, busque enseñar la importancia de la tolerancia, del respeto y de la amistad.
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