La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó recientemente una nueva serie de recomendaciones internacionales para la prevención del cáncer del cuello uterino, el segundo más letal entre las mujeres, y que se basa en la vacunación y en las pruebas de detección precoz.
Cada año 270 000 mujeres mueren a causa de ese tipo de cáncer, con el 85 por ciento de la mortalidad en países en desarrollo, no debido a que la incidencia sea mayor en estos, sino a que las lesiones precancerosas no se descubren a tiempo y terminan en cáncer.
El primer elemento central del enfoque que propone la OMS a los países es la vacunación de niñas entre 9 y 13 años para prevenir la infección con el virus del papiloma humano, responsable de la mayoría de casos de cáncer de cuello uterino, cosa que se realiza en Argentina desde 2011, cuando la vacuna se incorporó al Calendario Nacional de Vacunación de manera gratuita y obligatoria para todas las niñas de 11 años.
El segundo eje de la guía emitida por la OMS es la detección temprana a través de distintas pruebas existentes, entre las cuales la más expandidas son la citología vaginal y la inspección visual con ácido acético.
De las mujeres a quienes se detectan lesiones precancerosas, la mayoría nunca desarrolla la enfermedad y las lesiones desaparecen.
El cáncer de cérvix es de los pocos que son 100 por ciento prevenibles con el uso de la vacuna y por los métodos de detección. Visite a su médico y rea-lícese los controles correspondientes, porque mejor que curar es prevenir.
“Los médicos afirman que fue un milagro”
Lía Cerbin tuvo una noticia que hizo que su mundo terminara de venirse abajo, el diagnóstico de cáncer de útero fue algo devastador. “Sentía que todo se desmoronaba, la tristeza aumentó más y empecé a sentir fuertes dolores por la enfermedad. Durante tres meses no pude dormir por los dolores intensos”, cuenta.
La depresión hizo que no tuviera fuerzas ni para levantarse de la cama, día y noche estaba triste y pensaba que no servía para nada. Necesitaba una solución y la encontró al ver la programación de la Universal.
“Primero pensé que no podía ir porque sería como traicionar a mi religión, pero cuando el pastor explicó que podían ir a la iglesia todas las personas, que la religión no importaba, mis ojos se abrieron. Participé de las reuniones y fue como si me hubieran inyectado fuerzas. Perseveré sin desanimar, usé mi fe y, aunque sentía dolores, no bajé los brazos. Hoy estoy completamente sanada, libre de la depresión. Cuando voy a hacerme los estudios de control, los médicos no pueden creer que esté sanada, ellos mismos dicen que fue un milagro”.
Martes de sanidad, a las 8, 10, 16 y 20hs, en Av. Corrientes 4070 – Almagro, o en La Universal más próxima a su hogar www.universal.org.ar/direcciones
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