Vamos a compartir algunos consejos sobre un detalle que marca la diferencia en un dormitorio: las sábanas. Después de una ardua jornada de trabajo lo que queremos es llegar a casa y acostarnos en una cama suave, confortable y bien perfumada. Y para conseguir ese descanso, no hay nada mejor que un dormitorio limpio y arreglado. Estos factores garantizan una noche de sueño reparador.
Las sábanas sin duda son parte de este grupo, por eso es importante invertir en la comodidad y en la practicidad. Recuerden que ellas también ayudan a decorar el cuarto, deben ser lindas y estar en armonía con todo el ambiente, y con el estilo de la decoración. Además deben ser duraderas, vale la pena invertir en materiales de calidad. Una buena sábana debe ser 100% de algodón, si son de punto garantizan aún más suavidad y durabilidad.
En cuanto a la limpieza, deben ser cambiadas una vez por semana, para evitar que se acumulen ácaros y gérmenes que hacen mal a la salud. Es importante lavarlas por separado y de acuerdo con el color y el tipo de tela: algodón, lino… Nunca las dejen en remojo, pues se debilitan las fibras. Unas gotas de vinagre en el suavizante harán que las prendas queden aún más suaves, esperen que se sequen muy bien para que no queden con olor feo.
Y para que se entienda la calidad del producto aquí van algunos consejos:
Lo que determina la calidad, la apariencia y la suavidad de las sábanas es la cantidad de hilos por pulgada de tela.
Una buena opción son los productos hechos en satén de algodón o percal.
* Percal: va de 180 a 1000 hilos
* Satén de algodón: va de 200 a 1100 hilos. Estas sábanas son más refinadas.
Recuerden que:
Las sábanas más suaves tienen como mínimo 200 hilos, es garantía de comodidad, suavidad, calidad, resistencia y brillo.
Espero que les hayan gustado los consejos.
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