No son pocos los versículos en los que se utilizan a animales para enseñar algo a los hombres. ¿Quién no leyó nunca lo que Pedro dijo sobre la vigilancia? “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar…” (1 Pedro 5:8).
Jesús también utilizó animales para advertirnos: “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.” (Mateo 10:16)
Muchas comparaciones fueron hechas usando a los animales, exactamente para ayudarnos a comprender las cosas simples, pero importantes para el mantenimiento de nuestra fe y para el éxito en varios aspectos de nuestra vida.
Vea a continuación, algunas características que usted debe tener y otras que debe evitar a toda costa:
Perezoso: Es un animal que duerme aproximadamente 14 horas por día. Él desciende de la copa de los árboles para hacer sus necesidades fisiológicas. Esta especie de animal se orienta principalmente por el olfato, porque su visión no está muy desarrollada. Así también son muchas personas. Son perezosas para todo, les encanta dormir y, lo peor, es que tienen la visión afectada para las cosas espirituales. Esto es porque no tienen disposición para ir a la iglesia, leer la Biblia y hacer oraciones.
Elefante: Este enorme animal puede ser domado por el hombre y es obligado a realizar demostraciones públicas en los circos. Pero, ¿usted ya se preguntó cómo esto es posible, siendo que con la fuerza que él tiene podría arrancar un árbol con facilidad? La respuesta está en el trauma que carga desde su infancia. Cuando era pequeño, él fue atado a una estaca y por aún haber sido débil, no logró escaparse. Y después de intentar escapar varias veces, desistió. Así que, cuando creció, aun siendo fuerte, él se vio débil y no intentó escapar. De la misma manera son muchos. Fueron tantas las decepciones ante los intentos, que la persona desistió de luchar. Existe el que diga incluso, creer en Dios, pero, no cree en sí mismo y termina limitado, aceptando una vida de migajas.
Camaleón: Él es conocido principalmnente por la capacidad de cambiar de color. Algunos estudios demostraron que el cambio sucede de acuerdo con la luz, la temperatura o incluso por el humor. Peor que el camaleón, es aquella persona que se deja llevar por los demás. Por no tener personalidad, se deja llevar por las emociones externas y opiniones ajenas. Como resultado, no logra ser confiable ni conquistar lo que quiere, porque es inconstante y vive “arriba del muro”.
León: Temible en el reino animal, el león, incluso cuando recibe un disparo, no se rinde fácilmente. Esto se debe a que su perfil es dominante, vencedor. Él sabe la autoridad que tiene y hace uso de ella. Muchos deberían ser como él. Enfrentar los problemas sin quebrantarse, asumir la posición de líder y no temer a las adversidades.
Águila: Esta ave alcanza ver a una distancia lejana. Logra ubicar a un ratón mientras vuela a 5 mil metros de altitud. Esta visión hace que la misma acierte en las elecciones. Debemos seguir su ejemplo, para que no perdamos el enfoque en nuestro mayor objetivo, que es vivir de acuerdo con las enseñanzas del Señor Jesús. El profeta Isaías también utilizó el águila como ejemplo positivo: “…pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:31)
Las actitudes de cada uno revelan su personalidad y definen los resultados que lograrán en el transcurso de la vida. No podemos esperar que alguien con las características del perezoso, por ejemplo, se convierta en el “Rey de la Selva”. Por lo tanto, ¡evalúese y decida ser diferente!
¿Usted se ha identificado con algunos de estos animales? ¿Tiene algo que agregar o tiene un perfil parecido a otro animal que no está en la lista? ¡Deje su comentario en el facebook de la Iglesia Universal (en la caja de comentarios de la nota)!
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