El miedo forma parte de la naturaleza humana. Es un mecanismo de defensa que sirve como una advertencia contra las situaciones que representen un peligro para la vida. Hasta ese punto, todo bien. Pero, ¿cómo actuar cuando todo nos causa miedo?
El miedo saludable nos hace reaccionar en defensa. Enfrentar o huir del peligro. Pero cuando el miedo pasa a controlar a la persona, la misma queda paralizada y sin control. Ella no logra enfrentar lo que le causa ese miedo, y esto pasa a interferir significativamente en su rutina y genera trastornos de ansiedad, lo que ya puede indicar una fobia.
Los efectos de una fobia en el cuerpo son tan intensos que muchas personas buscan una atención, primero en la sala de emergencias, alegando que están teniendo un infarto, cuando en realidad, están presentando síntomas de un ataque de pánico, ya que son similares a los ataques cardíacos. El trastorno de pánico es una de las enfermedades más comunes de nuestro siglo.
“Siempre tenía la sensación de que alguien me estaba persiguiendo”
Delci Vila Verde (en la foto de abajo), de 38 años, identificó el síndrome de pánico desde el comienzo y buscó la ayuda de un psicólogo y un psiquiatra. “Desarrollé un miedo a salir. Temía ser agredida por alguien y cuando tenía que salir, siempre tenía la sensación de que alguien me estaba persiguiendo.”
Ella recuerda que el médico le recetó un antidepresivo que llegó a consumir durante 4 meses. “Los síntomas de depresión fueron aliviados, pero el miedo continuaba, y solo aumentaba con el pasar del tiempo. Empecé a darme cuenta de cómo esto estaba trabando mi vida cuando empecé a postergar las cosas a causa del miedo. Dejé incluso de ir a las consultas con la psicóloga, y eso después se convertía en un sentimiento de culpa”, recuerda.
En esa época, Delci escuchaba el programa de radio del obispo Macedo y se enteró del Ayuno de Daniel. “Frecuentaba otra denominación y decidí hacer por cuenta propia el Ayuno de Daniel. Al finalizarlo, estaba más fuerte emocionalmente y empecé a frecuentar las reuniones de la Universal. La fe para vencer aquellos miedos fue despertada. Ocupé los pensamientos negativos que tenía de que algo me iba a suceder con actividades. Iba a propósito a los lugares que antes me causaban pánico. No los evitaba más. Los enfrenté. No tardó mucho y, cuando me di cuenta, ya ni me acordaba del miedo. Hoy estoy completamente libre.”
Invierta en su fe
Delci venció la depresión y el síndrome de pánico en el Ayuno de Daniel, demostrando que una desconexión temporal de las cosas de este mundo y la inversión en la fe, fortalecen y ayudan a vencer los miedos. Ahora es su oportunidad de tener una transformación de vida. Participe, a partir del próximo 29 de enero, del Ayuno de Daniel. Serán 21 días para fortalecer su vida con Dios. El Espíritu Santo cambiará su historia.
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