Mire el reloj ahora.
Tal vez usted haya ingresado a nuestro Portal por curiosidad. Tal vez haya ingresado porque forma parte de su rutina. Tal vez haya ingresado por considerar que no tenía nada mejor para hacer. Tal vez haya ingresado por aceptar la propuesta del “Ayuno de Daniel” y decidir no entretenerse con los temas y los noticieros que estallan por allí.
Si su opción es la última, ¿cómo ha encarado estos días?
Muchos encaran el hecho de pasar 21 días dedicados a tener algo mayor como un peso, como si estuviesen perdiendo tiempo; como si Le hicieran a Dios un gran favor. Y lo peor: ¿cuántos dejaron de participar por considerar un peso dejar de ver esa película increíble, dejar de ver un partido de fútbol o de spiar las notificaciones del Facebook?
¿Pero habrá sido la elección correcta?
Marcos Antônio Goes Júnior (foto de abajo), atleta profesional de polo acuático, nos cuenta un poco de su experiencia haciendo el “Ayuno de Daniel.”
“Participé de la segunda edición, en agosto de 2011. Decidí participar del “Ayuno de Daniel” porque todo el mundo hablaba del Espíritu Santo. Yo sabía que si no tuviese el Espíritu Santo, no iba a permanecer, sería débil delante de los problemas. Decidí renunciar al entretenimiento y a internet, lo que para un joven es muy difícil, aún más durante 21 días. Sin embargo, hice mi elección. Un martes, durante la reunión de liberación espiritual, en la catedral de Rio de Janeiro, me dirigí al frente del altar y busqué con toda mi fuerza. Al volver a mi asiento, no sentí absolutamente nada, pero, al sentarme, una paz inmensa vino sobre mí, como si hubiese salido un peso. Desde entonces participo en todos los ayunos, porque el “Ayuno de Daniel” no es tan solo para quién nunca tuvo el Espíritu Santo, sino que es también para quien quiere fortalecerse, y muchas veces tenemos tantas cosas que hacer que nos olvidamos de fortalecer lo principal: nuestro espíritu. La impresión que tengo es que el “Ayuno de Daniel” viene para rescatar la fe y la obediencia que presentamos cuando fuimos bautizados”, afirma el atleta, que tiene 21 Años.
Ahora, observe el reloj nuevamente.
¿Cuántas fracciones de segundos le llevó decidir proseguir con la lectura hasta el último párrafo? ¿Y cuánto tiempo le llevará tomar la decisión de entregarse a Dios de verdad?
Independientemente del “Ayuno de Daniel”, los miércoles, en todas las iglesias Universal, se realizan estudios sobre el Espíritu Santo, enseñándole el camino que lo llevará a la Salvación.
¿Quiere saber más? Entonces no pierda tiempo. Aproveche esta oportunidad. Vaya a una Universal cercana a su domicilio y participe de este encuentro. Encuentre una iglesia cercana ingresando aquí.
Después, deje un comentario diciendo cómo fue esa experiencia.
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