Con seguridad usted ya actualizó hoy su “feed de noticias” o la “timeline” de su página en una red social para saber las novedades. Y probablemente se rindió a la pregunta “¿En qué estás pensando?” en la caja de posteado.
Tal vez su celular haya hecho, ahora mismo, el sonido característico de “nuevo mensaje”. Y es difícil resistirse para ver que es, ¿verdad?
¿Pero hasta qué punto todo eso es saludable?
Internet y el desarrollo tecnológico realmente impulsaron muchas acciones increíbles y revolucionaron la forma que el ser humano tenía para relacionarse con la sociedad en una forma general – hoy la distancia no importa.
Sin embargo, los beneficios no son totales. Principalmente cuando el tema son relaciones humanas.
Su mente con seguridad va a recordar con más detalles e intensidad los momentos de usted vivió en el mundo real.
Por ejemplo: probablemente usted tendrá dificultad en recordar al primer amigo, o amiga que usted agregó en su red social. Será mucho más fácil recordar cómo usted conoció a aquel amigo, o amiga, de la primaria, en los tiempos de la infancia.
En el caso que alguien le pidiese que contara como fue, tal vez usted diga: “Aquel salón de clases era toda una experiencia, porque no sabíamos cómo sería aquel año. Los alumnos, uno a uno, fueron sentándose por orden de llegada. Y aquellos que se sentaron a mi alrededor comenzaron a sacar temas…” Y así sigue. Es una riqueza de detalles, lo marcó, forma parte de su historia.
Es la parte en la que internet contribuyó con la pérdida del humanismo en las relaciones. Los temas, en las redes sociales, generalmente son ampliamente divulgados, sin embargo, no siempre alcanzan un impacto genuino en las personas – en comparación con el recuerdo de algo real que se vivió.
Cultive las relaciones humanas
Entonces, aunque sea importante en el mundo contemporáneo seguir a las tecnologías e informaciones productivas que están a nuestra disposición, las relaciones sean amorosas, familiares o fraternales – también necesitan ser cultivadas, alimentadas, todos los días.
No deje de actualizar su “timeline” en la vida real preguntándole a la persona que comparte su vida con usted cómo está, cómo fue el día de ella. No deje de de interactuar con sus padres, hermanos, personas que son importantes para usted.
Piense: Si usted no puede tener una interacción, una relación legítima con las personas a las que usted ama, ¿Cómo podrá tener una alianza verdadera con Dios?
Incluso el propio Señor Jesús, cuando estaba en la condición de hombre en este mundo, cuidó su nivel de interacción con Sus discípulos, que convivían con Él en los momentos de Su jornada como salvador.
“Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de Mi Padre, os las he dado a conocer.” Juan 15:15
Cuando Jesús dice “os las he dado a conocer”, se percibe en ese dicho una división, una interacción personal, por eso Él elige llamarlos “amigos”.
De ese modo, reflexione como se ha relacionado con las personas que son importantes para su vida. ¿Usted se ha preocupado con la situación real de ellas?
Deje su comentario en las redes sociales contando de qué manera usted ha intentado acercarse a su familia y a las personas que forman parte de su vida.
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